"Si los magistrados de las 'manos limpias' pretendían ser los 'progres', el mejor servicio que han prestado a los 'progres' es el triunfo de la derecha", aseguró.

Saavedra dijo que uno de los aspectos que más ha influído en los resultados de los recientes comicios italianos es el cambio del anterior sistema electoral por otro en el que el 75 por cientode los escaños del Congreso de los Diputados son elegidos mediante designación unipersonal.

A su juicio, esa modificación electoral significa que aunque los candidatos "sean hombres de partido, el partido cuenta menos", por lo que las cúpulas de las formaciones políticas "férreamente anquilosadas como estaban en Italia", acaban pagando las consecuencias.

Por ello, en su opinión, ese sistema "a la inglesa" contrae el peligro del populismo, ya que la persona "que se mueve más" pero que no ofrece idas ni grandes proyectos puede arrastrar el voto de nuevas generaciones "que no saben de qué va la historia".

Asimismo, destacó como otro motivo del triunfo de la derecha, que la renovación de los rostros en las fuerzas políticas fue mayor entre las fuerzas de derecha que entre las de centro o progresistas, ya que "salvo aquellos 300 y pico que están procesados, muchos rosotros eran los mismos".

Estos factores, en su opinión, hicieron que los ciudadanos, "bien por la imagen creada por todos esos pocesamientos de políticos por corrupción, han decidido barrer la casa y ha optado por eso, lo que le parecía más nuevo".

"La mezcla de un propietario futbolístico y dirigente televisivo con eso que son los neofascistas de última y joven generación, más unas ciertas fuerzas regionalistas, egoístas y disgregadoras, es un toque de atención para el resto de los países europeos que tienen unos sistemas electorales que a lo mejor no son los más adecuados y también para aquellos que quieren defender el sistea vigente", destacó.

Finalmente, Saavedra indicó que al igual que ocurrió en Italia, donde el voto de la juventud fue principalmente hacia las formaciones conservadoras, en España los jóvenes, sobre todo en las universidades, "están claramente inclinados a la derecha" por lo que, en su opinión, "los partidos progresistas lo que tienen que hacer es una oferta atractiva para los jóvenes y habrá que entrar en el proceso demagógico en que han entrado algunos sectores de la derecha".