El líder de la federación catalana de Izquierda Unida, que en coalición con Iniciativa per Catalunya-Verds forma parte del Ejecutivo catalán, criticó, en declaraciones a Servimedia, que "algunas fuerzas del Gobierno han contribuido a hacer del Estatuto la canción del verano", algo que sólo dificulta el objetivo de aprobarlo la última semana de septiembre.

"Estamos en condiciones de aprobar el Estatuto si hay voluntad de fondo de mantener el consenso y se produce más diálogo y menos electoralismo, más política y menos ruido", resaltó Miralles, y sólo en ese caso podrá estar listo el texto el 24 de septiembre, después de que el Consejo Consultivo emita su dictámen, previsto para el día 5 de ese mes.

En todo caso, confió en que si no se cumple este objetivo sea por responsabilidad de quienes no quieren Estatuto, CiU porque le dejaría sin "base argumental de desgaste del tripartito" y el PP porque "nunca lo ha querido", pero no por culpa de las formaciones que integran el Gobierno de la Generalitat.

A su juicio, "en las últimas semanas no se han cumplido los compromisos" adquiridos por las formaciones que integran el tripartito a causa de la "carrera electoralista de ERC, que quiere asegurarse el espacio nacionalista frente a CiU, y de la actitud cerrada del PSC, derivada de su obsesión por mirar hacia Madrid".

En cuanto a las referencias de CiU y PP a la necesidad de adelantar las elecciones, recalcó que esa posibilidad "no le interesa a ningún ciudadano, sólo beneficia a los poderosos que tienen su representación política en los dos partidos de la oposición".

Concluyó que se trata de un intento de "frustrar los contenidos sociales potentes y avanzados que contemplaban los acuerdos de Tinell", porque el texto elaborado da "respuesta positiva a un mayor autogobierno, una mejor financiación y a las necesidades de los catalanes del siglo XXI".