Según indicaron a Servimedia cargos públicos de IU Andalucía, tras el fiasco de las autonómicas de junio, la formación quiere poner en valor que, de todos los partidos que concurrieron juntos a aquéllas (Podemos, Más País, Alianza Verde, Verdes Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz fueron sus compañeros de viaje), ella es de largo la que más presencia tiene en los ayuntamientos andaluces.

Así, aunque en principio la intención es dejar autonomía en cada municipio para establecer las alianzas que crea oportunas, también se pretende una coordinación a nivel comarcal de cara a la conformación de las diputaciones provinciales, que se hace por comarcas y no por localidades.

En estas coaliciones, las fuentes consultadas mencionaban como posible aliado a Podemos, pero también a Más País y Adelante Andalucía (el partido anticapitalista de Teresa Rodríguez), y dejaban la puerta abierta al camino contrario: concurrir en solitario si no se llega a acuerdos satisfactorios. El enfoque de dichas fuentes sería: “Si quieren, que se sumen; si no, pues en solitario”. El hecho de que la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ya haya descartado que su eventual plataforma electoral pueda llegar a tiempo a las municipales, hace que IU no tenga que obedecer ningún imperativo de unión o suma.

En este sentido, y a falta de un logotipo de Sumar o derivado que meter en la urna, las fuentes consultadas apuntaban que, incluso presentándose en coalición, bajo el nombre Por Andalucía como en las autonómicas o cualquier otro, hay gente en Izquierda Unida que reclama que las siglas de la formación se hagan visibles en la papeleta, con una marca que podría ser una yuxtaposición de los componentes de la candidatura o que al menos explicitara la de IU.

MAL NEGOCIO

Como trasfondo del debate y la reflexión que acometerá IU Andalucía está el mal negocio que hizo en las autonómicas, aceptando la propuesta de acuerdo que hizo Podemos en el último momento, hasta el punto de que no llegó a registrarse a tiempo, y cuya alternativa era que este partido se presentara por separado.

Ese pacto suponía que Inma Nieto fuera la candidata de Por Andalucía a la Presidencia de la Junta y, a cambio, que Podemos pusiera al cabeza de lista en cuatro provincias e IU sólo en tres, aparte de Esperanza Gómez (Más País), que lideraría la candidatura por Sevilla. En virtud del mismo, ahora, de los cinco diputados de Por Andalucía en el Parlamento andaluz, tres son de Podemos, frente a la soledad de Nieto como representante de IU.

A ese desequilibrio se une que, también por dicho pacto, Podemos se va a quedar con el 60% de los recursos económicos que genere el grupo parlamentario. También el posterior cese del secretario general del PCE, Enrique Santiago, como secretario de Estado para la Agenda 2030, ordenado por la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que se suma al ya ejecutado en la campaña andaluza de la dirigente de IU Amanda Meyer como jefa de gabinete de la ministra de Igualdad, Irene Montero.

Estas destituciones han sido decisiones que “no suman”, según comentó irónicamente un diputado de Izquierda Unida parafraseando el nombre de la asociación creada por Díaz para canalizar su proceso de escucha. Y son el último ingrediente que va a condimentar el debate que debe abordar IU Andalucía el mes que viene.