Según fuentes presentes en la declaración, Piles aseguró que ya el 28 de octubre la Aemet avisó de intensas precipitaciones, por lo que tomaron la decisión de realizar el aviso especial de Emergencias a toda la Comunidad Valenciana, y para ello contactaron con organismos competentes e hicieron una reunión a las 12.00 horas.

Además, confirmó que desde su servicio hablaron con la Aemet varias veces para conocer la predicción; con la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y con los Bomberos de Valencia y Castellón. Señaló también que ella misma habló con la Consejería de Medio Ambiente para organizar a los agentes forestales por correo electrónico.

Relató también que el coordinador de Emergencias, Emilio Argüeso, imputado en la causa, le mandó un WhatsApp a las 21.40 horas del día antes de la riada para preguntarle sobre la gravedad de la situación, a lo que ella respondió que se habían suspendido las clases en varios centros escolares por indicación de Emergencias, ante lo que Argüeso le preguntó si las medidas eran exageradas y ella le advirtió que el día siguiente, el 29, sería peor.

Piles indicó que a las 7.30 horas del día 29 de octubre, la Aemet avisó de fuertes lluvias y emitió un aviso rojo para el litoral sur de Valencia. A las 9.41 se publicó un aviso rojo para tres áreas de Valencia y se actualizó la información en la web. Además, se envío un SMS con la información a los municipios y a la lista distribución de organismos y agencias por e-mail.

La responsable de Emergencias detalló las siguientes alertas ese día. La primera fue una alerta hidrológicas del río Magro a las 11.45 horas y otra para el barranco del Poyo a las 12.20. Piles fue informando a Argüeso entre las 7.40 y las 9.00 horas y le comunicó que había que declarar la alerta. Añadió que el subdirector general de Emergencias, Jorge Suárez, se incorporó a Emergencias entre las 11.00 y las 12.00 y que movilizaron a los bomberos en el barranco del Poyo, aunque luego fueron retirados sin que ella supiera quién lo ordenó.