El inmigrante ilegal, en la entrevista concedida a esta agencia, suplicó con lágrimas en los ojos, no ser expulsado, pues "estoy casado, tengo un niño de 2 años y debo sanar aquí en España y ganar dinero"

El Gobierno Civil de Granada informó hoy que el expediente de expulsión será paralizado, pues "no es cuestión de trasladarlo a su país en las condiciones de salud actuales, mientras siga hospitalizado y no se encuentre en condiciones óptimas de realizar un viaje".

Larbi manifestó, tras tener conocimiento por parte de la policía de su expediente de expulsión, la impoibilidad de sobrevivir en su localidad de origen, una ciudad en el centro de Marruecos, si antes no se le implanta una prótesis y puede volver a caminar y trabajar.

Para conseguir pagar el pie ortopédico, varias organizaciones sociales, sindicales, políticas y religiosas de la comarca de Baza (al norte de la provincia de Granada) emprendieron ayer domingo una colecta cuyo objetivo es conseguir las 250.000 pesetas necesarias para la adquisición de la prótesis.

Al mismo tiempo, los vecinos comenzarn a dejar su firma en varias mesas instaladas en el centro de la ciudad con el fin de solicitar al Gobernador Civil la concesión de asilo humanitario o, como mínimo, la suspensión del expediente de expulsión hasta que las heridas del joven no sanen, como han recomendado los médicos del servicio de Traumatología del Hospital de Baza, donde Larbi permanece ingresado.

El joven inmigrante ilegal llegó a España el pasado mes de agosto a bordo de una patera, cruzando el estrecho desde Tánger hasta Algeciras Larbi manifestó a Servimedia haber pagado "una cantidad elevada de dinero" a dos españoles que facilitaron el viaje ilegal hasta nuestro país.

Una vez en España, consiguió llegar a Baza y el empresario local Manuel Galera Ruiz le dió un empleo agrícola pagándole 2.000 pesetas diarias más la cama. El 20 de octubre, mientras labraba una parcela con un pequeño tractor, éste le cortó el pie derecho, y desde entonces se encuentra internado en el hospital bastetano.

Larbi manifestó su satisfacción porlas atenciones recibidas en el centro sanitario, aunque, ante cualquier visita "sospechosa" se muestra muy cauto, "porque ya han venido 4 veces los policías para llevarme a mi país".

En la plataforma de solidaridad con el joven están varias comunidades parroquiales, sindicatos, partidos políticos y asociaciones vecinales y sociales.