‘Iñaki de Rentería’ había sido citado para declarar sobre el asesinato de Ordóñez sucedido el 23 de enero de 1995 en San Sebastián. El magistrado adopta esta decisión por el elevado riesgo de fuga del imputado en este caso.

El investigado compareció por videollamada desde la sede de los juzgados de San Sebastián y se acogió a su derecho a no declarar. El juez decidió imponerle las citadas medidas cautelares para evitar su fuga y también le instó designar un domicilio en territorio nacional y un teléfono de contacto donde pueda ser notificado y citado.

El exjefe de ETA se limitó a negar su participación en la decisión de ese atentado y, por tanto, rechazó la acusación que sostiene la Fiscalía de que fue el autor intelectual del atentado que costó la vida a Ordóñez. Después se celebró la vista sobre su situación personal, durante la cual las acusaciones pidieron la prisión provisional.

El juez Alejandro Abascal le citó como investigado por entender que 'Iñaki de Rentería' podría haber estado implicado en la toma de decisión de asesinar a Gregorio Ordóñez, dado que en esa época formaba parte de la dirección de ETA.