Negreira había alegado incapacidad para declarar por el deterioro de su memoria, pero el juez ha concluido que, pese a ello, conserva las facultades mentales para ser enjuiciado. El exvicepresidente de los árbitros está investigado por haber recibido alrededor de 7,3 millones de euros del Barça entre 2001 y 2018.

El magistrado pidió informe a los forenses del Instituto de Medicina Legal de Cataluña para determinar si tenía demencia y, en ese caso, si su situación le incapacita para poder afrontar un proceso penal. Previamente, el imputado había presentado el informe de un psiquiatra que desaconsejaba su interrogatorio por falta de control sobre sus declaraciones.

Hasta ahora, Negreira ha declarado sobre esos pagos ante la Agencia Tributaria. Según dijo entonces, los pagos del FC Barcelona se le hicieron para garantizar que los arbitrajes en los partidos fueran “neutrales”. Tras dos décadas cobrando, el Barça prescindió de sus servicios al dejar de ejercer el cargo y fue en ese momento cuando Negreira amenazó a la directiva del club con hacer estallar el “escándalo” del cobro a cambio de “favores y confidencias”.