La magistrada ha dictado tres autos en los que concluye que no puede establecerse un vínculo directo entre el fallecimiento del fotógrafo y el investigado durante la celebración de un ritual con metilbufotenina (DTM), una sustancia tóxica que se extrae de la piel del sapo bufo.

En esta causa también estaban investigadas otras dos personas que estaban presentes en ese ritual. La jueza toma esta decisión tras recibir el informe forense en el que se indicaba que la víctima había consumido cocaína entre uno y cuatro días antes de su muerte. El consumo de alcaloides multiplica los efectos del DMT y aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca, pudiendo llegar a provocar arritmias.

De esta manera queda revocado el auto de procesamiento contra el actor y las demás personas incursas en esta causa. La decisión de la jueza puede ser recurrida.