Según las últimas ncuestas realizadas en Marruecos, más de 200.000 personas están dispuestas a abandonar su país en busca de un mejor futuro económico, según explicó la consejera de Asuntos Sociales.

"Ni Andalucía ni el Estado español están preparados para asumir esta avalancha, a pesar de que los datos de la posible inmigración no sean fiables", dijo Hermosín, que al mismo tiempo anunció la intención de ayudar a la integración social de los trabajadores magrebíes que se asienten en la región.

La Junta de Andalucí dedicará en sus presupuestos para 1993 una partida de 823 millones para la atención a los movimientos migratorios, lo que supone un aumento del 34,5 por ciento respecto al presente ejercicio.

La política de atención a los inmigrantes, según Carmen Hermosín, se basará en "programas que mejoren sus condiciones de vida, así como la apuesta pora lograr su plena integración en la sociedad andaluza".

"Hasta hace poco tiempo sólo atendíamos a los emigrantes andaluces que están en el extranjero u otras onas de España, porque nadie podía imaginar lo que ahora está sucediendo", afirmó la consejera.