En diciembre de 2024 el líder de Junts, Carles Puigdemont, exigió que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se sometiera a una cuestión de confianza y anunció que su partido ya había registrado en el Congreso una proposición no de ley con la que le instaba a hacerlo al no haber dedicado “los esfuerzos” suficientes para cumplir los acuerdos alcanzados.

Más de dos meses después, Junts decidió hacer caso al mediador internacional y retirar esta proposición no de ley, que se iba a debatir en la Cámara Baja. Así, los de Puigdemont le dieron a Francisco Galindo Vélez la “confianza” que no tenían en el PSOE y avisaron a este partido de que esto era una “prórroga”.

Esto, sumado a que en marzo Junts y PSOE presentaron una proposición de ley para el traspaso de competencias a la Generalitat de Cataluña en materia de inmigración, hacía pensar que la relación entre ambos partidos había mejorado, aunque los independentistas insistían en que seguían sin confiar en los socialistas.

Sin embargo, en los siguientes meses no hubo avances en la oficialización del catalán en Europa, Puigdemont seguía sin beneficiarse de la Ley de Amnistía y la delegación de competencias en materia migratoria no se debatiría hasta los últimos meses del año. Ante este escenario, Junts iba avisando al PSOE de que la prórroga no era infinita.

EN OTOÑO “PASARÁN COSAS”

De hecho, en agosto, Puigdemont señaló que su partido ya había dado al PSOE “suficiente tiempo” para cumplir con los acuerdos y elevó su amenaza al Gobierno asegurando que en otoño iban a pasar cosas que no habían pasado hasta ese momento, aunque no fijó ninguna fecha ni tampoco dio pistas sobre cuál iba a ser la decisión de Junts.

Tras estas palabras, los avisos y ultimátums de Junts se fueron incrementando, sumados a algunas derrotas parlamentarias que el Gobierno había obtenido a lo largo de todo el año, como la relacionada con la creación de una Agencia Estatal de Salud Pública y la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas, iniciativas en las que los de Puigdemont fueron clave.

Para tratar de calmar un poco las aguas, los socialistas enviaron al presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, a Bruselas para mantener un encuentro con Puigdemont, quien en 2024 se reunió con todos los expresidentes catalanes, menos con él. Pese a ello, este encuentro no mejoró la relación entre el PSOE y Junts.

La relación entre ambos partidos se encontraba en un momento crítico, y a esto se sumó la reunión que mantuvieron los alcaldes de Junts con Puigdemont para abordar asuntos como la inmigración, la reincidencia y la seguridad ante la amenaza que supone el auge de Aliança Catalana, que está enarbolando la bandera en estos aspectos.

RUPTURA JUNTS-PSOE

Además, unos días después, Junts se llevó un varapalo cuando el Congreso rechazó la iniciativa para el traspaso de competencias migratorias, al contar con el voto en contra de PP, Vox y Podemos. Los de Puigdemont criticaron que el PSOE no había hecho lo suficiente para convencer a los de Ione Belarra, que vieron aspectos “racistas” en esta iniciativa.

En octubre, la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, elevó el tono contra Sánchez en una sesión de control al Gobierno en esta Cámara avisando de que se acercaba “la hora del cambio”, ya que el Ejecutivo seguía sin cumplir con algunos acuerdos que son esenciales para este partido.

De este modo, unos días después y tras unas reuniones en Waterloo, el 27 de octubre el propio Puigdemont fue el encargado de anunciar que Junts rompía su relación con el PSOE, cumpliendo así todos los avisos y amenazas que su formación política llevaba haciendo. Aseguró que los socialistas eran los culpables de esta decisión debido a sus incumplimientos.

La militancia avaló esta decisión de la dirección nacional de Junts, pero el Gobierno trató de quitarle importancia a esta decisión y de minimizarla, algo que no gustó a los de Puigdemont. Por ello, un tiempo después, anunciaron que presentarían una enmienda a la totalidad a todas las iniciativas impulsadas por el Gobierno y que solo iban a apoyar las que ya estaban pactadas.

INCUMPLIMIENTOS

Ante este nuevo paso de Junts, el Ejecutivo decidió desbloquear la ley de multirreincidencia presentada por este partido y cuya toma en consideración se aprobó en septiembre del año pasado y que llevaba bloqueada en el Congreso desde el mes de febrero. Así, esta norma se debatirá previsiblemente en el primer Pleno del siguiente periodo de sesiones.

Además, en una entrevista en el mes de diciembre, Sánchez sí reconoció que hay “incumplimientos” con Junts y anunció la aprobación en el Consejo de Ministros de dos reales decretos leyes que contenían medidas acordadas con los de Puigdemont, como la de “flexibilizar” las finanzas de los ayuntamientos.

Junts celebró que desde el Ejecutivo se reconociera que hay “incumplimientos” con el partido, ya que no fue así hasta la entrevista de Sánchez, y vio con buenos ojos estos reales decretos. Pese a ello, dejó claro que la relación con el PSOE sigue rota y que esto no cambiaba nada porque sigue habiendo una “larga lista” de acuerdos “sin cumplir”.

ESTRATEGIA CATALANA EN MADRID

El partido demostró su decisión con sus votaciones en el Congreso. Por ejemplo, rechazó en dos ocasiones la senda de déficit y defendió su enmienda a la totalidad al proyecto de reforma de la ley de Discapacidad y Dependencia del Gobierno, que solo contó el voto a favor de los 7 diputados de esta formación y la abstención de PP y Vox.

Asimismo, los presuntos casos de corrupción que afectan al Gobierno y al PSOE y las denuncias de mujeres por acoso sexual a miembros de este partido tampoco están ayudando a que la relación mejore. En esta situación de “debilidad” en la que se encuentra Sánchez, Junts aboga por “hacer piña” con ERC en Madrid para “aprovechar la oportunidad”.

En concreto, este partido propuso una estrategia catalana en Madrid para “aprovechar la situación” y “sacar el máximo reconocimiento en el ámbito del reconocimiento nacional” de Cataluña. Así, apeló a los 7 diputados de ERC a que se sumen a los suyos porque “podemos tener mucha más fuerza”, pero estos ya han rechazado la propuesta.

FUTURO Y REGRESO DE PUIGDEMONT

De cara al próximo año, de momento Junts insiste en que su posición sigue siendo la misma, la de ruptura, y ya han dejado claro en distintas ocasiones que no van a apoyar los Presupuestos Generales del Estado para 2026. No solo eso, sino que ni siquiera se sentarán con el Ejecutivo para negociarlos.

Sin embargo, habrá que esperar a ver qué pasa con Puigdemont, quien podría regresar a Cataluña sin ser detenido en algún momento del primer trimestre de 2026. El abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea avaló el grueso de la Ley de Amnistía, aunque no era una decisión vinculante.

Si finalmente consigue regresar a Cataluña, habrá que ver cómo influye este hecho en la relación entre Junts y el PSOE y si finalmente tiene lugar esa reunión con el presidente del Gobierno. Además, la vuelta de Puigdemont también podría servir al partido para abordar el problema que está teniendo con el auge de Aliança Catalana.

ALIANÇA CATALANA

Aunque el partido lo negó, se especula con que uno de los motivos que llevó a Junts a romper sus relaciones con el PSOE es el auge de Aliança Catalana, que va en detrimento de esta formación política. Los de Silvia Orriols, que entraron el año pasado en el Parlament de Cataluña con dos diputados no dejan de crecer según las encuestas.

Esto alertó a los alcaldes de Junts, cosa que les llevó a realizar el citado encuentro con Puigdemont para intentar urdir una estrategia en el partido con la vista puesta en las elecciones municipales del 2027. Diputados y medios de comunicación acusaron a Junts de intentar copiar el discurso de los de Orriols para competir con ellos.

Pese a ello, el último barómetro del Centro de Estudios de Opinión (CEO), conocido como el ‘CIS catalán’, dio una estimación de voto similar a Junts y Aliança Catalana y pronosticó que ambos empatarían a 20 escaños si se celebraran unas elecciones. Así, el movimiento de los de Puigdemont de romper con el PSOE no le ha servido para distanciarse de los de Orriols.

En rueda de prensa, el portavoz de Junts, Josep Rius, trató de quitarle importancia explicando que su partido está acostumbrado a “jugar siempre” con las encuestas “en contra” y que “desmentirá en las urnas” el ‘CIS catalán’. A pesar de ello, lo cierto es que en el seno del partido hay preocupación por el auge de los de Orriols.