Así lo asegura el titular de este departamento, Juan Fernando López Aguilar, en un artículo titulado "El patrimonio familiar", que publica el último número de la revista del Consejo General del Notariado, "Escritura pública".

El ministro subraya que el patrimonio familiar tiene entre sus destinos primordiales proteger a determinados miembros de la familia que se encuentran en situación de debilidad por padecer alguna disfunción física o psíquica.

En estas situaciones, la preocupación de los progenitores se proyecta, sobre todo, de cara al futuro, para cuando ellos hayan fallecido.

"Para dar respuesta a estos desvelos, se ha planteado la necesidad de arbitrar una serie de medidas, de orden sucesorio por ejemplo, que ayuden a paliar el problema en lo posible", afirma López Aguilar.

En esta dirección, señala expresamente las normas que regulan el patrimonio de los discapacitados, así como "considerar la eventualidad de algunas reformas en materia de Derecho sucesorio para beneficiar lo máximo posible a los hijos discapacitados".