El acuerdo, firmado por el presidente de Telefónica, Cándido Velázquez, y de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), Guillermo Visedo, contempla la posibilidad de que el grupo constructor asuma al menos el 20% del capital de Cabitel, la filial de la operadra que comercializa, instala, gestiona y explota los teléfonos de uso público.

Además, el grupo de las Koplowitz expresa su disposición a entrar en el segmento del negocio que aún no está liberalizado, como las cabinas y locutorios de Telefónica, una vez se produzca la apertura de este mercado.

La apuesta de FCC, primera constructora que toma posiciones de alianza con Telefónica, representa entrar en una sociedad que con más de 600 empleados en plantilla, y que gestiona una planta de unos 60.000 eléfonos de uso público, entre cabinas, aparatos de interior y locutorios, en su mayoría modulares, que admiten tanto monedas como tarjetas.

Cabitel facturó en 1995 unos 34.000 millones de pesetas, y su actividad presenta aspectos en los que FCC puede aportar efectivos como mano de obra no especializada para la recaudación de cabinas, el mantenimiento de mobiliario urbano y su limpieza.

De hecho, FCC cuenta con la mayoría del capital de Cemusa, una empresa especializada en mobiliario urbano como arquesinas de autobuses, columnas informativas, etc.