"¿Quién me dice a mi que tengo derecho a emplear la violencia (y qué violencia) para restablecer lo que yo considero que es una justicia violada?", se pregunta Umberto Eco.

Para el autor de "El nombre de la rosa", sólo ante una injustcia enorme es razonable la violencia (y mínima). "Y no es el caso de Kosovo", asegura.

"Pero nosotros creemos siempre que estamos en posesión de la verdad y tanto peor para los que no lo comprendan así", dice Eco, que critica con dureza la ineficacia de los servicios secretos de todo el mundo, incapaces de retirar del poder a dictadores como Fidel Castro, Sadam Hussein y Slobodan Milosevic.