El informe de la patronal empresarial analiza os aspectos negativos de la economía española en 1991, destacando el efecto negativo que ha tenido el enfriamiento económico sobre la demanda interna y, por lo tanto, sobre la creación de empleo.

La CEOE explica que la desaceleración de la demanda interna se ha producido sobre todo en el lado de la inversión y no del consumo. También destaca como negativo la ausencia de avances significativos en la lucha contra la inflación y la evolución del déficit público, que aumentó en vez de corregirse.

Par la patronal, los efectos del debilitamiento económico se están notando en todos los sectores y especialmente en el industrial, que "sigue sin dar síntomas claros de recuperación desde que entró en la fase recesiva de 1990".

Según la CEOE, las más afectadas dentro del sector industrial fueron las industrias de bienes de equipo y productos semielaborados.

En cuanto a la construcción, la CEOE asegura que todos los indicadores reflejan un rápido debilitamiento de la actividad y del empleo, sobre tod en la construcción residencial.

La patronal advierte que, dada la contratación registrada en la licitación oficial, la obra pública "se deprimirá pronto también si no se producen cambios de tendencia en la política del sector público".

Respecto al sector servicios, el informe señala que ha mantenido una evolución más positiva que los anteriores como consecuencia del turismo y las administraciones públicas y servicios conexos. Sin embargo, destaca que el resto de los subsectores tienen síntomas caros de debilitamiento.