LABORDA COMPARA LAS CRITICAS "PACTADAS" DE RODRIGUEZ A PUJOL CON SU "ABSTINENCIA" DE REPROCHES AL PNV
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El portavoz del Grupo Socialista del Senado, Juan José Laborda, subrayó hoy el contraste existente entre la ausencia de críticas al PNV por parte del Gobierno, a raíz de sus acercamientos a HB, con los duros reproches lanzados a CiU y a Jordi Pujol, que, a su jicio, están "pactados" en clave electoral.
Según Laborda, está claro que el Gobierno dosifica las críticas a sus socios, a través de Miguel Angel Rodríguez, con una abstinencia de críticas hacia el PNV que contrasta con sus declaraciones sobre Jordi Pujol.
El ex presidente del Senado expresó su "extrañeza" ante el hecho de que los dirigentes de CiU no exijan el cese del secretario de Estado de Comunicación, única señal que le haría pensar que las desavenencias entre el Gobierno y la Generalitat n están pactadas.
En su opinión, es evidente que Rodríguez no habla por su cuenta, sino "en nombre de Alvarez Cascos y, probablemente, de Aznar", como una "ficción que forma parte de desavenencias pactadas" entre ambos para conseguir votos.
"FALTA DE GRANDEZA DE ESPIRITU"
Estas declaraciones de Rodríguez, como sus críticas al PSE-PSOE por la ruptura del Gobierno tripartito vasco, obedecen "a la falta de grandeza de espítitu y de sentido democrático" del PP, agregó Laborda, que advirtió a los poplares de la necesidad de explicar "su incapacidad de comprender la grandeza de la alternancia y entender que la oposición no es una institución a liquidar, sino con la que entenderse".
Hace 24 horas, prosiguió Laborda, "el peor de los infiernos era hablar con HB", y ahora se critica la decisión del PSE de romper un pacto por una postura, la del PNV, "que desbordaba el vaso de las deslealtades".
El portavoz del Grupo Socialista en la Cámara Alta reiteró que la ruptura se ha debido a la percepción e los socialistas de Euskadi de que el "espíritu de Ermua" está aún muy presente en la sociedad vasca y, si el Gobierno no puede entenderlo, será "muy difícil avanzar decididamente, como quiere la mayoría de la sociedad vasca, incluyendo a muchos votantes nacionalistas".
Tras advertir al PP que con su actitud está "echando una mano al PNV", aseguró que los socialistas no desean la exclusión de nadie, sino la exigencia de unos principios "que aseguren que la llave del futuro del País Vasco no la tiene B, sino las instituciones democráticas".
Por este motivo, concluyó que vincular el diálogo con HB al abandono de las armas por parte de ETA es "ponerle la llave" en la mano al entorno de los terroristas.
(SERVIMEDIA)
08 Jul 1998
CLC