Asimismo, afirmó que la solución pasa por que Felipe González, "como hizo ayer, se ponga al frente de este movimiento, no regenerador, sino simplemente democrático, porque en alguna medida nos representa a todos, a los que le hemos otado y a los que no".

Sobre la credibilidad ante la sociedad de la posición del presidente del Gobierno, Leguina indicó que "la gente se lo creerá si realmente es verdad, porque la verdad generalmente acaba por brillar y la mentira acaba por no prosperar".

En opinión del presidente de la CAM, la "primera parte de la batalla" la tiene ganada el presidente del Ejecutivo, porque "todo el mundo sabe que Felipe González, él personalmente, es una persona honrada".

Leguina reiteró que la dimisión e González "no arreglaría nada, quizá facilitaría políticamente, a largo plazo, una alternancia en el Gobierno", y señaló que, en todo esto, "lo que se juega el PSOE no es la pérdida de un Gobierno, que acaba de ganar unas elecciones, sino el crédito social y la buena imagen que tengamos de nosotros mismos".

Preguntado por su opinión sobre el debate del estado de la Nación, Leguina dijo que "ningún debate ha resuelto nada milagrosamente; sin embargo, sí que ha clarificado voluntades, tanto del Gobiern como de toda la oposición, que están de acuerdo en intentar parar esta marea".

Su conclusión sobre el debate es que "todos los que intervinieron mostraron una inequívoca voluntad de reforma", porque "en definitiva lo que está en juego es el crédito de la política, que no es otra cosa que el crédito de la democracia".

Sobre si los corrupctos deben ir a la cárcel, Leguina, que dijo que "no soy juez ni tengo vocación de ello", explicó que "la corrupción es un delito que se paga con la cárcel, pero o quiero ser justiciero, porque los linchamientos morales son rechazables".