"Los jóvenes somos conscientes de que la situación actual no es fácil, de que el mundo ha cambiado y sigue cambiando”, dijo en su discurso.

Por eso, defendió que la juventud sabe que “la mejor manera de progresar pasa por mantener el entusiasmo por conocer, equiparnos con responsabilidad y capacidad de esfuerzo, y aprender de los que saben, de quienes hacen lo suyo de manera impecable, a menudo en silencio”.

“En días como hoy, escuchar, admirar y reconocer la excelencia de nuestros premiados nos hace sentir que las cosas siempre pueden cambiar para bien”, confesó. A su juicio, demuestran que “el trabajo excelente, el esfuerzo constante y el sentido de la responsabilidad tienen grandes resultados”.

PREMIADOS

La princesa, que está a punto de cumplir 17 años, aseguró que descubrir la obra de los premiados le “ayuda a entender mejor el mundo que nos rodea” y que su labor empuja, “a todos en realidad, a seguir aprendiendo”.

“Me impresiona todo lo que han conseguido”, confesó, y precisó que le interesan todos sus trabajos y esfuerzos porque “miran al futuro e influyen en el presente”.

En este sentido, Leonor elogió la obra de los premiados y explicó por qué, a su juicio, esta es importante en su ámbito de actividad y para la humanidad en su conjunto.

Puso el ejemplo de María Pagés y Carmen Linares (ganadoras del Princesa de Asturias de las Artes), que importan porque con su excelencia y combinación entre tradición y vanguardia demuestran que “el flamenco es un arte rico, vivo, poderoso, universal, nuestro”.

También se confesó “impactada” por el trabajo del periodista Adam Michnik (Premio de Comunicación y Humanidades) y por su compromiso “sin miedo con la reconciliación democrática, pese a su dramática historia”, y subrayó cuánto le interesa la labor del antropólogo y arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma (Princesa de Asturias de Ciencias Sociales), que ha dedicado su vida a reconstruir y documentar con gran rigor científico cómo fue la de los pobladores del México prehispánico, "porque esto nos ayuda a comprender lo que somos y lo que las sociedades actuales y antiguas tenemos en común”.

En la misma línea, subrayó la importancia del teatro de Juan Mallorga (Princesa de Asturias de las Letras) y expresó su confianza en que sirva para que el arte, la cultura, la especial mirada filosófica y matemática del dramaturgo “sean valorados como merecen”.

A su juicio, es importante que los premiados en ciencia (Hinton, Hassabis, Bengio y LeCun) “investiguen sobre inteligencia artificial”, para que “las máquinas sean aliadas de la humanidad y nos faciliten la vida”.

Destacó la relevancia de que el Equipo Olímpico de Refugiados y su Fundación (galardonados en la categoría de Deporte) ayuden a los deportistas que han tenido que huir de su país a continuar con su carrera; que el arquitecto Shigeru Ban (Premio a la Concordia) se ocupe de las personas que han perdido su casa por culpa de las guerras o de los desastres naturales, y de que la activista Ellen MacArthur (Princesa de Asturias en Cooperación Internacional) logre que Gobiernos, instituciones científicas, grandes empresas y la sociedad trabajen juntos para utilizar mejor los recursos naturales.

“Me importa, en definitiva, que estemos todos aquí celebrando y aprendiendo, y que reconozcamos a nuestros premiados con el mejor espíritu que estos tiempos necesitan”, concluyó.