Iztueta dijo en un comunicado que el articulado refleja un planteamiento "tremendamente reduccionista", una visión segregadorade los alumnos y una dualización de la enseñanza.

"En todo el documento late la obsesión por el control y la apuesta por un centralismo absolutamente desfasado", afirmó la consejera, para quien el Ejecutivo busca una fuerte uniformidad, reduciendo la competencia de las comunidades a la gestión de las medidas marcadas por el Estado y al pago de las correspondientes facturas.