En un comunicado hecho público hoy, el ministerio aclara cómo funcionan las subvenciones sobre la producción de lino y defiende la "legitimidad" de quienes han recibido las ayudas, independientemente de sus cargos.

Así, recuerda que en este cultivo "es imposible" que exista información privilegiada, ya que los datos sobre subvenciones son publicados en los boletines oficiales y aparecen en muchas revistas del sector agrario.

Destaca que "es compatible" e desempeño de un labor administrativa con la titularidad de la explotación agraria y subraya que "la legislación actual comunitaria no prevé ninguna penalización para quien antepone el interés de la subvención a la profesionalidad den el cultivo".

La nota ministerial afirma que la correcta aplicación de las subvenciones se aplica mediante los controles legalmente establecidos y éstos corresponden a las comunidades autónomas, que "tienen la obligación de aplicar correctamente la legislación comunitaria tanto para la tramitación y para el control, como para el pago de las ayudas".

Agricultura recuerda que ya se han incrementado las exigencias para acceder a las ayudas del lino, pero planteará una reforma de la normativa, tanto comunitaria como española, tendente a modular las ayudas e incluso a profesionalizar dicho cultivo en nuestro país.

Por último, plantea un sistema en cooperación con las comunidades autónomas para controlar a los conocidos como "cazaprimas", consensuando las sanciones opotunas para perseguir estas prácticas.

Según los datos que maneja el ministerio, en la campaña 1997-98 se recibieron 5.400 millones de pesetas para ayudas al lino, mientras que para la presente campaña se prevé alcanzar los 9.000 millones de pesetas.