Por ello, lamentó que el presidente del Gobierno, Felipe González, esté demostrando una "resistencia muy notable" a realizar esta convocatoria, lo que obligará a Pujol a disolver el Parlamento catalán para evitar una coincidencia en fechas de las dos citas electorales.

Otro de los objetivos de la convocatria de catalanas para noviembre sería "aislar" la política catalana de la política general española, con el fin de que pueda celebrarse un debate sin interferencias sobre quién puede ser el mejor presidente para Cataluña.

Respecto a las elecciones generales, López de Lerma declaró que "marzo nos queda muy lejos", porque "esto se hace cada vez más difícil de resistir y de entender por qué no se disuelven las Cámaras y se convocan elecciones generales".

También se refirió el diputado catalán al escndalo desatado por las entrevistas entre el Gobierno y el abogado de Mario Conde y Juan Alberto Perote. "Es un asunto ante el cual se hace necesaria, quizás como nunca, la prudencia", afirmó.

"Yo debo creer como diputado que no hay chantaje al Gobierno (...) Debo cree que sí hay interés, y además muy legítimo, por parte del Gobierno en recuperar los documentos sustraídos del CESID (...), que es algo distinto a negociar o a ser chantajeado. Y todo ello creo -debo cree al menos- que se hace de acuerdo cn las normas que imperan en un Estado de derecho. Yo necesito creer en esto, y creeré en ello mientras no se demuestre lo contrario".

En opinión de Josep López de Lerma, "estamos ante los coletazos típicos de un final de legislatura compleja y complicada, donde ha dominado la insinuación, la imputación no demostrada, el todo vale, el acoso y derribo, las ganas en definitiva de destruir personas y obras".