La petición cuenta con el apoyo de otras familias afectadas y la Red de Prevención del Sectarismo y Abuso de la Debilidad (Redune) y en ella la progenitora pide que no se celebre un evento en la sala Hallenstadion en Zurich, al entender que este tipo de encuentros “son su principal espacio de captación de nuevas víctimas”.

“Allí acuden miles de jóvenes inocentes que salen pensando que pueden hacerse ricos en pocas semanas invirtiendo todo su dinero en criptomonedas. Miles de jóvenes de todas partes del mundo, incluido mi hijo, acudirán y pagarán un dineral para escuchar a unos estafadores que se han hecho millonarios gracias a aprovecharse de menores inocentes”, criticó.

El texto firmado por García comienza recordando que hace un año "perdió" a su hijo y en él explica que Andrés “era un adolescente de 17 años normal”. “Salía con sus amigos, veía pelis con su familia y estudiaba. Hasta que un día la 'criptosecta' IM Academy le captó en un parque”, sentenció.

La progenitora admitió que, “al mirarle a los ojos”, no le “reconoce”. “El cariño que daba a su familia ahora se ha convertido en discusiones para defender la secta que le ha lavado el cerebro”, abundó, para confesar que está “desesperada” y siente que su hijo “jamás volverá a ser el mismo”.

MILES DE FAMILIAS AFECTADAS

“Por desgracia no soy la única, somos miles de familias afectadas las que hemos denunciado a esta organización por prácticas sectarias y fraude a menores", puntualizó, para estimar que "lo peor es que esta “academia” está organizando eventos por todo el mundo” y reiterar que el siguiente será el que tiene previsto celebrar el 3 de octubre en Zurich.

“Mi hijo y el de muchas madres afectadas quieren ir y te necesitamos para evitarlo como hicimos impidiendo su evento en Dubai”, añade en su texto esta madre, que, junto a otras familias afectadas, se ha puesto en contacto con la sala de eventos organizadora, la alcaldesa de Zurich y todos los patrocinadores del encuentro, si bien siguen “esperando una respuesta”. “No tenemos mucho tiempo y tenemos que impedirlo para evitar que destroce más familias y acabe con las ambiciones de miles de menores”, resolvió García, para asegurar que en su casa viven “con miedo y las discusiones son casi diarias”.

Tras subrayar que, desde que “esto empezó” no duerme “tranquila ni un solo día”, confesó que la relación con su hijo “está destruida”. “Vivir con un adepto es un infierno para el que ningún padre está preparado”, apostilló, convencida de que en este grupo “les educan para manipular a su antojo”.

“Desde que entró no deja de mentirnos y contestarnos mal a la mínima. Tengo que esconderme cada vez que hablo con alguien de esto porque si me escucha sé que haría las maletas y se iría de casa ese mismo día”, agregó, para instar a “no permitir que nadie más tenga que pasar por esto”.