MADRID. DETENIDOS TRES MIEMBROS DE UNA RED DE INMIGRACION ILEGAL Y TRAFICO DE DROGAS
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Agentes del Grupo II de la Brigada de Extranjería y Documentación detuvieron el pasado jueves a Roberto R.G., de 34 años, y a Henry Z.A., de 32, y su esposa Elfi V.A., de 30, como presuntos autores de los delitos de inmigración ilegal y tráfico de drogas, según infomó hoy la Jefatura Superior de Policía.
La policía registró una vivienda en la calle San Pantaleón, donde los agentes decomisaron dos kilogramos de cocaína en roca, dos prensas hidráulicas, un dinamómetro, un molde y mil quinientos dólares falsificados.
Henry Z.A. tenía pendiente una detención e ingreso en prisión por quebrantamiento de condena, y Roberto G. era su principal colaborador en sus fechorías.
Los agentes del Grupo II estaban tras la pista de una organización que se dedicaba a trar inmigrantes ilegales a España. Los policías centraron la investigación en un hombre llamado Henry, de origen boliviano, quien, al parecer, era el cerebro del grupo.
El "modus operandi" era el siguiente: Henry captaba en su país de origen a compatriotas que se encontraban en una precaria situación económica, a los que prometía un trabajo estable y bien remunerado e incluso una vivienda digna en España.
Para ello, debían enviar desde Bolivia trescientos dólares a nombre de Jose R.M., identidad fasa utilizada por Henry. Una vez en España, Roberto era el encargado de recogerlos en el aeropuerto de Barajas y, previo pago de otros doscientos dólares para el alojamiento, los trasladaba a un hostal de la capital. Sin embargo, ellos mismos debían hacerse cargo de la cuenta, ya que nadie pagaba las facturas.
Cuando ya no tenían noticias de la organización, Roberto aparecía con la promesa de un contrato de alquiler. Para ello, les requerían un nuevo pago de 600 dólares.
Posteriormente, las víctims eran llevadas a un domicilio regentado por ecuatorianos, en la calle Mercedes Arteaga nº 48, 2º C, donde convivían en condiciones infrahumanas hasta 14 personas.
A pesar de las constantes quejas de los inmigrantes, la organización les abandonaba a su suerte, por lo que no tardaban mucho en dejar la vivienda. No obstante, antes debían abonar cantidades abusivas por su estancia. Algunos terminaban en centros de acogida debido a su falta de recursos.
Mientras tanto, los investigadores averiguaban ue los delincuentes mantenían contactos en su país de origen con una banda de bolivianos y colombianos, conocidos como " Los Capuchines".
Según se desprende de las investigaciones, los ahora detenidos mantenían con ellos negocios relacionados con el narcotráfico. De hecho, destaca la Policía, Henry ya ha estado detenido por tráfico de drogas.
(SERVIMEDIA)
23 Abr 2001
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