La masa de estos roscones es congelada para ser horneada en el momento de sacarlos a la venta, por lo que su apariencia es de productos recién elaborados.

La importancia de estas recomendaciones reside en que, en apenas 24 horas, los madrileños consumirán más de un millón y medio de piezas, a un media de 250 gramos por persona. Teniendo en cuenta que el kilo de roscón ronda las 2.000 pesetas y la pieza mayoritaria es la de 750 gramos, el negocio total supera los 2.000 millones de pesetas, en prácticamente dos días.

El roscón de Reyes, según la tradición, nació en Francia durante el reinado de Luis XV y su composición permanece inalterable con el paso de los años.