La parlamentaria manifestó que l menos habría que multiplicar por tres la plantilla de inspectores, que además de controlar los centros de tercera edad también tienen bajo su responsabilidad los centros de menores y de mujeres.

Según García Rojas, aunque el número de inspectores es importante, también lo es la calidad de las inspecciones, porque de esta manera se podría haber evitado la situación vivida por los ancianos de las residencias La Milagrosa y Santa Rosa de Lima, en Colmenar Viejo, que fueron cerradas las semana pasada po no cumplir la condiciones mínimas.

"Nunca se han producido tantas irregularidades en centros residenciales de la CAM", dijo García Rojas, quien recordó que con ocasión del cierre de otra residencia de la región, hace un año, pidió a Servicios Sociales que aumentara la plantilla de inspectores, que en ese momento era de seis personas.

"Pasaron de 6 a 8, pero sigue siendo insuficiente", afirmó la diputada socialista, que culpó de la situación a la consejera, Pilar Martínez, "porque mira hacia otrolado sin saber que la mayor responsanbilidad sobre lo que está sucudiendo es suya".

Por último, indicó que ha presentado una pregunta sobre el servicio de inspección de centros residenciales y otra sobre el cierre de las dos residencias de la tercera edad citadas, para que sean respondidas por la consejera en la Comisión de Servicios Sociales de la Asamblea de Madrid.