Una nota hecha pública hoy por la compañía afirma además que "no se efectuaá ningún cambio de vía si no se ha informado a los clientes con un margen mínimo de 10 minutos de antelación".

Estas medidas han sido tomadas por Renfe tras las quejas formuladas por los viajeros a través del teléfono de atención al cliente de cercanías, puesto en marcha por Renfe en Madrid el pasado 1 de junio.

Este servicio telefónico recibió en su primer mes de funcionamiento más de 200 llamadas, entre las que se encuentran varias sugerencias consideradas como "muy razonables" por los máximos esponsables de la compañía.

La práctica totalidad de las llamadas recibidas han sido contestadas por responsables de Cercanías que, según Renfe, "han resuelto las de inmediata solución y se está sometiendo a un proceso de estudio a aquellas cuya solución es más complicada desde el punto de vista económico o institucional".

Otras indicaciones de los usuarios reclaman más calidad en la megafonía y una climatización más adecuada de los trenes, por lo que Renfe ha decidido aumentar las técnicos que ralizan esas tareas.

Finalmente, no han faltado las sugerencias anecdóticas como quien pide "un título de transporte plastificado para que no se le estropeé cuando se mete en la lavadora, olvidado dentro de una prenda".