MADRID. UN TAXISTA DE COSLADA SIMULA UN SECUESTRO PARA TAPAR UNA JUERGA CON UNA MUJER EN VALENCIA

MADRID
SERVIMEDIA

La Policía Nacional de Coslada ha puesto al descubierto el engaño de un taxista que simuló un secuestro para tapar una juerga con dos amigos y una mujer en Valencia, según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Carlos V.P, de 37 año, desapareció del 17 al 20 de abril, hecho que su mujer denunció el día 18 de ese mes, señalando que no tenía noticias desde el día anterior, que la llamó para comunicarle que se dirigía a Orense con unos pasajeros.

El taxista no apareció hasta el día 20 por la mañana, en que volvió a llamar a su mujer para decirle que se encontraba en la localidad de Buñol, en Valencia. Tras regresar a Coslada, el taxista se personó en las dependencias de la comisaría de la localidad y relató que había sido secuestrao por dos individuos y una mujer después de haberle contratado en la estación de ferrocarril de Chamartín en Madrid para dirigirse a Orense.

De camino recogieron a un cuarto pasajero y, según el relato del taxista, le comunicaron que su destino sería Valencia. En las proximidades de Tarancón (Cuenca) le obligaron a parar en la carretera y le pincharon con una jeringuilla en el cuello dejándole sin sentido.

Cuando recuperó el sentido se encontraba atado con una cadena en la parte trasera de un vehculo todo terreno, en una finca próxima al mar, por la ambiente salino que notaba. En este lugar fue alimentado en dos ocasiones a base de agua y pan.

Siempre según el relato del taxista, sus supuestos secuestradores le insultaron, maltrataron y golpearon con una barra de hierro para finalmente liberarle en una autopista indeterminada a unos diez kilómetros de su taxi, al que tuvo que llegar a pie.

Tras su relato en comisaría, la policía comprobó que el coche del taxista permanecía impoluto despus de haber recorrido supuestamente más de 1.500 kilómetros, lo que levantó sospechas. La supuesta víctima fue trasladada al Hospital de "La Princesa", en donde se le practicó un reconocimiento médico que no reveló ningún signo de violencia, pinchazos, erosiones o algún tipo de malos tratos.

Dos días después, el taxista fue citado de nuevo en comisaría y, sin más preámbulos, reconoció que había inventado toda la historia del secuestro para marcharse a Valencia con una mujer y evitar que se enterase su amilia de lo que realmente había hecho.

(SERVIMEDIA)
24 Abr 1996
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