El pasado 24 de agosto, una pareja de jóvenes denunció en comisaría la agresión del vigilante jurado del parque del apricho, quien ha declarado que los chicos entraron en el recinto cuanto estaba cerrado y que al ser descubiertos echaron a correr, lesionándose en la huida. Para García Loygorri, "las versiones son contradictorias y tendrá que ser la justicia la que dictamine las posibles responsabilidades penales".

Tres días más tarde, el domingo 27, se volvieron a producir incidentes, cuando 150 personas se quedaron encerradas en el parque durante más de una hora. Los agentes encargados de la seguridad han declarad que cerraron las puertas del recinto tras haber inspeccionado visualmente la zona y no ver a nadie, versión que no convence a Adriano García, quien ha exigido la inmediata separación del servicio de los vigilantes hasta que se aclare lo ocurrido.

El parque del Capricho, que sólo se abre al público los fines de semana, es propiedad del Ayuntamiento de Madrid. Su mantenimiento está a cargo de la empresa FCC, quien a su vez tiene una subcontrata para la seguridad con la empresa Falcón, para la que trabaan los vigilantes implicados.