Este ciudadano decidió recurrir a la justicia para acabar con esta peculiar molestia, al "estar cansado del abuso de tales comunicaciones", según publicó hoy Diario 16-Andalucía.

El afectado reclama una indemnización económica por el "abuso de la comunicación psíquica" que asegura mantiene "sin poder evitarlo" con su extraño interlocutor granadino.

F.C.G. matiene, en la denuncia presentada días pasados ante el juzgado de guardia de Madrid, que L.M.C., residente en Maracena, "ha estado contactando con el telepáticamente desde el 4 de diciembre de 1987, hasta el 17 de enero de este año".

Según la denuncia, durante este tiempo, delimitado con exactitud, tales comunicaciones le han producido "reacciones a la cabeza".

Pero además, el presunto telépata de Maracena no sólo se encargaba de trasmitir mensajes hasta el madrileño denunciante sino que lo hacía durante 18 horas diarias".

F.C.G., en la denuncia que ha sido admitida a trámite por el juzgado madrileño, reclama una recompensa económica por "el enorme cansancio psíquico" que le produce el abuso de la comunicación telepática con el "intruso".

"Si le valgo de entretenimiento, que me pague por lo menos a 100 pesetas la hora", argumenta el denunciante en el texto judicial.

En la denuncia no se especifican los mensajes trasmitidos por su comunicante ni la temática preferida por el granadino.En lo que más incide la denuncia es en el cansancio físico que le produce y a la escasa rentabilidad económica que obtiene del abuso.

La denuncia tampoco especifica cómo el denunciado conoce la identidad de su comunicante en la lejanía.