Según explicó la aseguradora en un comunicado divulgado este martes, incorporará de forma progresiva prácticas ESG "en todos sus procesos". Para ello, ha desarrollado una metodología propia de homologación de estos criterios, que permite fomentar que las prácticas de sus proveedores de negocio y de soporte estén alineadas con la estrategia de sostenibilidad de Mapfre.

El modelo identifica factores de riesgo en aspectos vinculados al cumplimiento de la normativa medioambiental, derechos humanos, seguridad y salud laboral de los trabajadores, corrupción y seguridad de la información, entre otros.

Tras este proceso, asigna una puntuación entre 0 y 100, lo que permite establecer planes de acción individualizados para acelerar la implantación de medidas que protejan el planeta, contribuyan a cerrar brechas sociales e impulsen la transparencia y la ética.

A principios de 2019, la compañía inició el proceso de homologación en su red preferente, lo que ha permitido homologar ya a más de 5.000 proveedores de varios países con criterios ESG.

Por otro lado, Mapfre destacó que trabaja con cerca de 145.000 proveedores, con una facturación de más de 4.440 millones de euros, y promueve “su actuación ética y socialmente responsable”.

Para conseguirlo, cuenta con una norma de compras, donde se establecen criterios económicos, ambientales, sociales y de gobierno, así como distintos principios básicos que todos ellos deben cumplir, como rechazar cualquier tipo de discriminación laboral, acoso, trabajo infantil y corrupción.

Asimismo, tiene un modelo operativo de gestión de proveedores, que vela por el cumplimiento del rigor técnico, vocación de servicio, eficiencia operativa y responsabilidad de su cadena de suministro. También pone a su disposición la formación necesaria para facilitar el desarrollo de la actividad de sus proveedores y lograr que sean entidades "cada vez más comprometidas" con el desarrollo sostenible.