Con estas pruebas, que han sido acordadas con el Banco Central Europeo, los fabricantes de estos aparatos podrán calibrar sus máquinas y hacer los ajustes que resulten necesarios para su correcto funcionamiento cuando el euro entre en circulación, el 1 de enero de 2002.

Para poder probar las máquinas con billetes euro reales, las empresas habrán de justificar su necesidad y tendrán que firmar un contrato de confidencialidad como condición previa. Posterirmente, el Banco de España les informará de las condiciones de desarrollo de las pruebas y del número máximo de billetes que pueden utilizar.

Esta iniciativa del Banco de España complementa el servicio ofrecido desde marzo de 1999 por el centro de pruebas con monedas euro instalado en el Laboratorio de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, que ha venido atendiendo a los fabricantes de máquinas selectoras de monedas.