Extremadura
Más de 100.000 jóvenes extremeños están pensando en irse de Extremadura ante la falta de oportunidades
- BeConfluence presenta una radiografía de la opinión pública extremeña ante las elecciones autonómicas
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Con la campaña electoral a punto de dar el pistoletazo de salida, la población extremeña acudirá a las urnas el 21 de diciembre en un clima de profundo malestar social, según constata un informe de Facttory, la unidad de inteligencia de datos de BeConfluence.
El estudio, presentado hoy en Mérida, arroja unas conclusiones basadas en el rastreo y análisis de la población digital extremeña desde enero de 2025 hasta el 20 de noviembre de 2025, lo que lo convierte en el estudio más reciente y profundo hasta la fecha sobre el clima social en Extremadura ante la campaña electoral del 21-D. El trabajo ha logrado rastrear la actividad en internet de nada menos que 612.100 extremeños, que han dejado en el universo digital sus opiniones, preocupaciones y percepciones.
La primera conclusión que acredita el informe es el clima de malestar social que atraviesa la región, que se refleja en todos los aspectos estudiados. Muestra de ello son los factores que serán determinantes en las elecciones, como son el paro y la falta de oportunidades, con un 70% de la muestra que así lo expresa, seguido del déficit de infraestructuras (66,5%), la mala situación del campo (60,3%), el futuro de la central nuclear de Almaraz (59,1%), la desigualdad territorial (48,6%), la corrupción (40,2%) y la sanidad y servicios públicos (31,1%).
A su vez, el estudio muestra el gran desafío al que se enfrentan los jóvenes extremeños, el colectivo más sensible a la falta de oportunidades, y es que más de 101.500 jóvenes de entre 15 y 36 años (alrededor de la mitad de todos los jóvenes en Extremadura, según cifras del Injuve, a partir de datos del INE del 2023) están pensando en irse de la región por las pocas expectativas de futuro. Si ampliamos el rango de edad para incluir a dos generaciones completas (la Generación Z y la Milenial, de los 15 a los 44 años de edad), estaríamos hablando de que el 56,7%, es decir, 194.370 extremeños, creen que se verán forzados a abandonar la región en busca de mejores oportunidades laborales.
Si se compara con la situación de los mayores de 45 años, el problema sigue siendo el mismo, pero desde distinto prisma: el 70% cree que si perdiera su empleo hoy, sería casi imposible encontrar otro en la Comunidad Autónoma. Además, Extremadura no está exento del problema de la vivienda, especialmente en las ciudades, ya que un 88,5% cree que el alquiler es muy caro y el 72% que comprar una vivienda es difícil.
Más allá del terreno económico, el malestar social proviene a su vez de la desconfianza generalizada que hay hacia las instituciones, que no resuelven los problemas ordinarios de los ciudadanos y se ha visto sacudida por casos de corrupción. Cuatro de cada cinco extremeños perciben la corrupción como un problema en las instituciones, y el informe acredita que 165.000 extremeños no confían en las estructuras del Estado.
Otra de las conclusiones que se desprende del informe es el sentir de abandono y desigualdad que comparte una parte relevante de la población extremeña. De hecho, 343.000 extremeños perciben gran desigualdad respecto a otras regiones y, de estos, el 72,2% cree que el Estado privilegia a Cataluña y País Vasco en perjuicio de Extremadura.
Este sentimiento de abandono queda especialmente reflejado en uno de los temas más polémicos: el transporte ferroviario. El 71,5% de los extremeños tiene una percepción negativa en torno a la conectividad ferroviaria de la región con el resto de España y 127.000 creen que es insuficiente e incluso vergonzosa para el siglo XXI.
Otro de los temas más candentes en la opinión pública es, sin duda, el cierre programado de la central nuclear de Almaraz, un centro que da empleo a más de 4.000 familias en la región. El estudio acredita un casi unánime apoyo social a la extensión de la vida útil de la central en todas las generaciones: 75,2% de apoyo en la población mayor de 45 años, 60,2% de 29 a 44 años y 50,5% de 18 a 28 años.
En el sector agrícola se señalan amenazas como los costes de producción disparados (66,5%), burocracia y exigencias medioambientales (60,3%), precios bajos en origen (55,8%), sequías y restricciones de riego (41,2%), competencia desleal (39,5%), o la nueva Política Agraria Común (30%).
Además, a estos factores se suma el conflicto con las renovables: más de la mitad de los extremeños (55,5%) tiene una percepción negativa de las instalaciones en el campo, ya que creen que ocupan demasiada tierra fértil, destruye el paisaje rural, desincentivan el turismo y que es un negocio donde las empresas de fuera ganan, pero la sociedad local se queda con el impacto negativo.
La CEO de BeConfluence, Rosa Gómez-Acebo, ha destacado que “con un 97% de exactitud y segmentación por generaciones, municipios y ámbitos socioeconómicos, el estudio permite identificar tendencias profundas, anticipar comportamientos electorales y comprender qué temas están activando emocional y racionalmente al electorado”. En definitiva, concluye Gómez-Acebo, es una “herramienta estratégica para diseñar políticas, mensajes y decisiones basadas en evidencias, no en intuiciones”.
(SERVIMEDIA)
04 Dic 2025
s/gja


