La FOE asegura que ya hay 20 barcos amarrados por esta razón, lo que afecta a la tripulación y a otras 1.500 personas cuyos empleos dependen indirectamente de la actividad pesquera.

Según la patronal onubense, en setiembre del año pasado, los armadores onubenses informaron de sus problemas a las autoridades locales y regionales, sin que hasta el momentohayan tomado cartas en el asunto.

La causa de la paralización de la flota estriba, según los empresarios onubenses, en que las restricciones crediticias que el Gobierno impuso hace año y medio (y levantadas a principios de 1991), están "ahogando" financieramente a los armadores.

Los problemas financieros de los armadores obedecen a que, entre 1986 y 1990, renovaron la flota en un 40 por ciento, al construir 60 nuevas embarcaciones que requirieron una inversión de más de 20.000 millones de pesetas

De acuerdo con la FOE, serían las restricciones crediticias las que habrían abocado a los armadores a una situación en la que no pueden atender sus compromisos de amortización de los préstamos.

A esto se une los problemas financieros causados por la constitución de sociedades mixtas, que los empresarios pesqueros han promovido atendiendo a las recomendaciones de la Administración española y la autonómica.