Medio ambiente

Más de dos tercios de España están en riesgo de desertificación

- Hoy se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía

- Greenpeace apuesta por un modelo 100% agroecológico para frenar la degradación del suelo

MADRID
SERVIMEDIA

Más de dos terceras partes del territorio español se encuentran en riesgo de desertificación por ser áreas áridas, semiáridas o subhúmedas secas, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Este martes se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.

Transición Ecológica, que se basa en la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, precisa en su web que las zonas susceptibles de sufrir este proceso son las áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, es decir, aquellas las que la proporción entre la precipitación anual y la evapotranspiración potencial está comprendida entre 0,05 y 0,65.

La evapotranspiración potencial es la cantidad de agua devuelta a la atmósfera en estado de vapor por un suelo que tenga la superficie completamente cubierta de vegetación y en el supuesto de no existir limitación en el suministro de agua (por lluvia o riego), para obtener un crecimiento vegetal óptimo. Además, expresa la demanda de agua por la atmósfera y las plantas en un lugar determinado.

"De acuerdo a esta definición, amplias zonas de nuestra geografía se encuentran potencialmente afectadas por el proceso. De hecho, más de dos terceras partes del territorio español pertenecen a las categorías de áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas en situación de riesgo", precisa Transición Ecológica.

El departamento dirigido por Sara Aagesen asegura que la combinación de factores y procesos como la aridez, la sequía, la erosión, los incendios forestales, la sobreexplotación de acuíferos, etc., da origen a los distintos paisajes o escenarios típicos de la desertificación en España.

CAMBIO DE MODELO

La sequía es la disminución de las precipitaciones por debajo de los niveles considerados como normales en un área determinada y la desertificación se refiere a la degradación de las tierras de zonas áridas y semiáridas causadas por las variaciones climáticas y las actividades humanas.

España es el país más vulnerable a ambos fenómenos, por lo que Greenpeace pide transformar el sistema alimentario a uno 100% agroecológico.

Aunque las lluvias recientes han mejorado temporalmente las reservas hídricas, los expertos advierten de que las proyecciones climáticas indican sequías más largas e intensas debido, entre otras causas, al aumento de la evapotranspiración por la subida de las temperaturas y señalan un aumento de fenómenos extremos como lluvias torrenciales e inundaciones.

Para adaptar el sistema agroalimentario al escenario actual español, Greenpeace aboga por un Modelo Alimentario Sostenible (MAS), según el cual adoptar prácticas agroecológicas a gran escala permitiría lograr emisiones negativas en la producción vegetal: hasta 12,1 millones de toneladas de CO2 equivalente menos, lo que representa una reducción del 124% respecto al escenario actual.

Además, la producción vegetal reduciría sus emisiones directas e indirectas un 88% y el manejo agroecológico de los suelos permitiría un secuestro adicional de carbono, al alcanzar un balance de 17 millones de toneladas de CO2 equivalente menos en 2050. Esto equivale a una mejora del 895% respecto a los niveles actuales.

“La agroecología no solo hace un uso responsable del agua y mejora los suelos, sino que convierte al campo en un auténtico sumidero de carbono. Si apostamos hoy por un modelo justo, local y sostenible, estaremos cultivando mucho más que alimentos: empleos, biodiversidad y resiliencia”, según Helena Moreno, responsable de sistemas alimentarios sostenibles de Greenpeace.

El Tribunal de Justicia de la UE ya ha condenado a España por no poner en marcha las medidas necesarias para afrontar la contaminación del agua por nitratos (casi la mitad de las masas de agua subterránea está contaminada por nitratos, según datos oficiales).

AGROECOLOGÍA

Según Greenpeace, la transformación del modelo agroalimentario a uno 100% ecológico bajo manejos agroecológicos, gracias a la no utilización de fertilizantes nitrogenados y a la eliminación de la ganadería intensiva, permitiría reducir un 57% la contaminación de aguas por nitratos que hay actualmente.

Además, los cultivos de regadío se ajustarían a los límites de las demarcaciones hidrológicas, lo que favorecería el desarrollo de cultivos de secano -como las leguminosas- y relocalizaría los que requieren mayores cantidades de agua hacia regiones donde se prevé que la escasez hídrica sea menos severa.

“Frente a las sequías, que cada vez serán más intensas y prolongadas, necesitamos sistemas agrícolas resilientes. La agricultura industrial e intensiva agota acuíferos y degrada ecosistemas, mientras que la agroecología optimiza el uso del agua, se adapta mejor al cambio climático y garantiza la seguridad alimentaria a largo plazo”, remarca Moreno.

(SERVIMEDIA)
17 Jun 2025
MGR/gja