Economía social
Más financiación, refuerzo de la visibilidad y reducción de la desigualdad en la UE, retos de la economía social

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Representantes de instituciones de la Unión Europea, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de entidades de la economía social pusieron de relieve este miércoles algunos retos que tiene por delante la economía social, entre los que destacaron mejorar su visibilidad, reducir la desigualdad entre Estados miembro de la UE e incrementar la financiación y las inversiones en esta parte del tejido productivo.
Estas son algunas de las ideas que se debatieron durante dos mesas redondas celebradas durante la Cumbre Europea de Economía Social, encuadrada en la Semana Europea de la Economía Social, que se celebra del 15 al 19 de septiembre, en Murcia, en el marco de la Capitalidad Española de la Economía Social 2025 que ostenta esta ciudad este año.
La directora de la Dirección General de Empleo de la Comisión Europea, Ruth Paserman, reconoció que existen todavía puntos de mejora, pero aplaudió logros como que desde 2021 se hayan desplegado ya 63 acciones sobre economía social en los Estados miembro, si bien instó a “asegurarse de que se ponen en marcha” plenamente. “Hay margen, pero tenemos que adaptar nuestra estrategia para los siguientes años”, recalcó.
La vicepresidenta del Intergrupo de Economía Social y Servicios de Interés General del Parlamento Europeo, Idoia Mendía, explicó que se vive “una etapa marcada por transiciones profundas, la ecológica, la digital y la demográfica” en la que, si Europa quiere ser “competitiva, sin renunciar a su alma social, necesitamos un motor resistente y de innovación inclusiva”, que es la economía social.
Aunque recordó que la economía social representa el 8% del PIB en Europa, apeló a no caer en el conformismo y tratar de seguir avanzando. “Las estructuras piramidales y rígidas, los paradigmas tradicionales en las relaciones laborales ya no son la garantía de la posteridad de las empresas ni de los derechos de quienes la sacan adelante con su trabajo”, arguyó Mendía.
Tras ella, la jefa de la Unidad de Economía Social e Innovación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Amal Chevreau, trasladó que se ha conseguido incorporar la economía social en su agenda, incluida la investigación, lo que es importante, porque “permite transformar las ideas en acciones”. Pese a este tono optimista, advirtió de que todavía hay Estados a los que “hace falta explicar por qué es importante” la economía social.
MÁS VISIBILIDAD
Señaló que hace falta más visibilidad y que “todos deberíamos celebrar” los avances que se van produciendo en materia de economía social en lo que al desarrollo de políticas a su favor se refiere. “España es un ejemplo de economía social, así como muchos otros países europeos, y ahora es el momento de muchos países para adoptar estas estrategias”, apuntó.
Al respecto, el presidente de Social Economy Europe (SEE) y de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes), Juan Antonio Pedreño, recordó que España es el único país de la UE QUE CUENTA CON UNA ESTRATEGIA ESPECÍFICA SOBRE ECONOMÍA SOCIAL. Igualmente, incidió en que “necesitamos más visibilidad, mejorar la comunicación de lo que somos” y de las políticas que se ponen en pie y que, a su criterio, deben “recoger las especificidades propias” de la economía social.
Por su parte, el representante del CESE y presidente de Cooperativas Europa, Giuseppe Guerini, manifestó que se ha progresado en visibilidad y políticas sobre economía social pero apostó por decir también “algo incómodo” para poder continuar mejorando. En concreto, expresó ideas como que comparte que haya que invertir en defensa pero precisó que no puede haber paz completa si no se invierte en justicia social.
También criticó las políticas fiscales comunitarias que imponen impuestos a las empresas locales y dejan fuera, en ocasiones, a compañías norteamericanas y de otras zonas del mundo.
Mientras, la copresidenta del Intergrupo de Economía Social y Servicios de Interés General del Parlamento Europeo, Maravillas Abadía, intervino también en esta mesa y resaltó retos como el empleo y la evolución demográfica. Asimismo, insistió en reforzar la contratación pública con empresas de economía social.
Otro reto es reducir la desigual apuesta por la economía social en los diferentes Estados miembro, un aspecto sobre el que dejó claro: “Tenemos países como España o Francia que han adoptado leyes y que han adoptado estrategias nacionales. Sin embargo, en otros países la economía social sigue siendo casi invisible. Ahí lo que necesitamos por parte del Parlamento es un esfuerzo europeo de acompañamiento, de intercambio de buenas prácticas y sobre todo, de liderazgo político”.
INVERSIÓN
En otro orden de cosas, se celebró la mesa redonda ‘Inversión en Economía Social y Servicios de Interés General’, moderada por la vicepresidenta de SEE, Patrizia Bussi. En ella, la secretaria general de Cecop, Diana Dovgan, puso en valor el reciente discurso de la presidenta de la Comisión Europea en el que expuso algunos de los retos actuales y pidió que se aprovechen “todas las oportunidades que tengamos en este período legislativo”.
La vicepresidenta de la Plataforma Social y directora de Rreuse, Neva Nahtigal, alertó de que se está produciendo un descenso en políticas sociales en algunos Estados de la UE como la economía social.
El presidente de Philea, Ángel Font, comentó que es importante mantener la innovación social y reveló que en un estudio que realizaron identificaron que los tres retos esenciales son la desigualdad, el cambio climático y el cuidado de la democracia.
Tras ella, la secretaria general de la SGI Europa, Valeria Ronzitti, dijo que contar con estrategias y textos legislativos ayudan mucho a los Estados que van “más rezagados” en lo que atañe a la apuesta por la economía social desde las políticas públicas.
Además, el director de Economía Social y Solidaria de Francia, Antoine Detourne, desglosó las ventajas de la economía social y puso el foco en el concepto de “economía de transición”, que es paralela a las transiciones verde y ecológica que se están produciendo, con soluciones para adaptarse a las mismas. “Como actores sistémicos, tenemos que hablar del funcionamiento de la economía social y solidaria, porque contribuimos a una economía más competitiva”, añadió Detourne.
Finalmente, la directora ejecutiva de AIM, Sibylle Reichert, centró su intervención en el “reto” de la sostenibilidad de los sistemas de salud, especialmente en un marco de situación de crisis política “sin precedente”, junto a un envejecimiento de la población y un aumento de enfermedades crónicas.
Sobre esta materia, advirtió de que hay diferencias entre Estados miembro pero, incluso, existen dentro de los territorios de un mismo país, por lo que llamó a “poner a los pacientes en el centro” y que se puedan adaptar a las nuevas tecnologías.
Las actividades de la Semana Europea de la Economía Social han sido organizadas gracias a la Unión de Cooperativas de Trabajo Asociado de la Región de Murcia (Ucomur) y de Social Economy Europe junto al Gobierno de la Región de Murcia, el Ayuntamiento de Murcia, el Ministerio de Trabajo y Economía Social, el Parlamento Europeo, a través de su Intergrupo de Economía Social y Servicios Sociales de Interés General, así como de Cepes.
(SERVIMEDIA)
17 Sep 2025
DMM/gja