Esa es la conclusión principal de un estudio realizado por Rafael Prieto-Curiel, del Complexity Science Hub (Austria), y Juan Pablo Ospina, de la Universidad EAFIT (Colombia), y publicado en la revista ‘Environment International’.

Los autores recopilaron datos sobre maneras de desplazarse en 794 ciudades repartidas por 61 países, con una población combinada de casi 850 millones de personas.

Su estudio describe cómo las personas se desplazan en diferentes partes del mundo modelando el uso de modos de transporte en una ciudad, como automóviles, transporte público y movilidad activa (caminar y andar en bicicleta).

“La conclusión es clara: conducimos demasiados automóviles y la carga de estos en las ciudades es enorme y va más allá de la combustión de gasolina. También lo es el espacio de estacionamiento requerido, la infraestructura de conducción, el ruido que producen, los materiales tóxicos utilizados en la fabricación y el pavimento de las carreteras, los accidentes que provocan, y otros”, reflexiona Prieto-Curiel.

A excepción de Estados Unidos, el tamaño de las ciudades juega un papel importante en la determinación de los patrones de transporte. Según el estudio, los autobuses, metros y tranvías suelen ser los modos de desplazarse más populares en las grandes ciudades, como ocurre en muchas capitales europeas, latinoamericanas, africanas y asiáticas.

EUROPA

El estudio muestra que la gente en Europa se desplaza de maneras muy diferentes. Algunas ciudades dependen en gran medida de los automóviles, como Roma (66%) y Manchester (71%).

Además, un gran número de desplazamientos se realizan en bicicleta o a pie en diferentes puntos del continente, como Copenhague (47%), Utrecht (75%), Bilbao (66%) y Bolzano (58%).

Además, el transporte público es crucial en algunas ciudades europeas. Por ejemplo, representa la mayoría de los viajes en París (60%) y cerca de la mitad en Londres (45%).

Las ciudades de Europa del este también tienden a depender más del transporte público, como Minsk (65%), Praga (52%), Varsovia (47%) y Budapest (45%).

ASIA

De manera similar, el transporte público representa una proporción importante de los viajes en el sur y el este de Asia, como Hong Kong (77%), Seúl (66%), Bombay (52%) y Tokio (51%).

Además, el sur y el este de Asia tienen la mayor proporción de ciclistas. De hecho, se camina mucho y circula en bicicleta sobre todo en las grandes ciudades asiáticas, como Daca (58%), Pekín (53%) y Shanghái (47%), Tokio (37%), Bombay (33%) y Delhi (33%).

AMÉRICA LATINA

En las ciudades de América Latina, los desplazamientos en automóvil no son tan frecuentes. La movilidad activa y el transporte público se combinan para crear una forma más equilibrada de desplazarse.

En Ciudad de México, por ejemplo, solo el 21% de los viajes se realizan en automóvil, pero un vasto sistema de metro combinado con otras opciones, como Bus Rapid Transit (BRT) y autobuses, toma casi la mitad de los viajes en el municipio.

ÁFRICA

Los desplazamientos en coche tampoco son habituales en las ciudades africanas. Sin embargo, en municipios más ricos, como Ciudad del Cabo, los viajes en coche son más frecuentes y, por tanto, menos sostenibles.

ESTADOS UNIDOS

Por otro lado, Estados Unidos muestra una variación mínima en la participación modal entre ciudades de diferentes tamaños. “La mayoría de las ciudades han sido diseñadas con una fuerte dependencia de los automóviles para el transporte. Si bien ciudades como Nueva York y Boulder han desarrollado opciones de movilidad alternativas, la mayoría de las ciudades de Estados Unidos dependen en gran medida de los automóviles”, indican los autores.

La ciudad de Nueva York es la más libre de automóviles de Estados Unidos y tiene la mayor proporción de transporte público (25%). Además, caminar y andar en bicicleta representan un 8% de los desplazamientos, según el estudio.