Charo Sánchez, miembro del comité de la Asociación Española de Matronas, y Andrea Calderón, dietista-nutricionista de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (Sedca) explicaron a las mujeres asistentes al taller ‘Porque él bebe lo que tú bebes’ pautas de nutrición saludables y equilibradas para una correcta alimentación durante el embarazo y lactancia.

Además, en la jornada también participó la ‘influencer’ Ruxanda, más conocida como ‘alwaysjuntis’, quien compartió su punto de vista de la maternidad en primera persona y ha recordado la importancia de cuidarse al cien por ciento, tanto en un periodo como en el otro.

Las matronas recordaron que el 42% de las mujeres españolas reconoció haber consumido alcohol durante la gestación en un contexto social, según el estudio realizado en 2020 por un equipo de investigadores BCNatal (Centro de Medicina Maternofetal y Neonatal de Barcelona, del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y el Hospital Clínic). Además, sólo entre el 2 y el 3% de las mujeres era consciente de que una sola copa puede ser perjudicial.

También la lactancia continúa siendo parte fundamental en el desarrollo del bebé, por lo que esta campaña quiere concienciar a las madres "sobre la incompatibilidad de la ingesta de alcohol" mientras den el pecho al bebé.

DAÑOS EN EL BEBÉ

Según la AEM, el consumo de bebidas alcohólicas durante el embarazo puede generar daños en el crecimiento de los órganos del futuro bebé o en su desarrollo cerebral, en ocasiones irreversibles. Destacan los problemas de corazón, riñones o huesos, Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (con discapacidades físico-intelectuales), e incluso se puede sufrir un aborto espontáneo o una muerte fetal.

Además, como advirtieron las matronas, durante la lactancia estos hábitos también pueden llegar a generar graves problemas de salud en el recién nacido. Los más importantes son la reducción de la capacidad cognitiva, la posibilidad de desarrollar posibles retrasos en el crecimiento, el empeoramiento del razonamiento no verbal o una reducción en el reflejo de bajada de la leche materna, lo que puede significar que el bebé obtenga menos leche materna durante las tomas.

"En los casos más graves, un consumo agudo excesivo puede provocar coma, convulsiones y riesgo de muerte en el lactante", concluyó la AEM.