Ciencia

La mayoría de los ciudadanos Europa, EEUU, Turquía e Israel confían en la ciencia como “la fuente más veraz” de conocimiento

MADRID
SERVIMEDIA

La mayoría de los ciudadanos de Europa, Estados Unidos, Turquía e Israel confían en la ciencia como “la fuente más veraz de conocimiento” y en su potencial para “hacer frente a grandes desafíos del siglo XXI”, según un estudio sobre cultura científica de la Fundación BBVA en 18 países, de los cuales 15 son europeos, entre ellos España.

La mayoría de los ciudadanos en los países incluidos en el estudio muestran “interés” por la ciencia, se informan sobre ella tanto a través de los medios de comunicación como en las redes sociales y, más débilmente, la incorporaron en sus conversaciones diarias. Además, más del 40% de los europeos y estadounidenses hablan de ciencia con bastante o mucha frecuencia, según revela este trabajo.

Asimismo, la gran parte de la sociedad está “convencida” de que la ciencia ofrece el conocimiento “más fiable, objetivo y veraz” y permite “separar lo que es cierto de lo que es falso” en un determinado momento, según el análisis. La ciencia es percibida como el “motor del progreso material” y hay “confianza generalizada” en su potencial para afrontar los retos actuales en materia de salud, cambio climático, escasez de alimentos y pérdida de biodiversidad.

Por su parte, la tecnología que despierta expectativas “más favorables” es la energía solar, seguida de Internet. Mientras tanto, la ingeniería genética y la Inteligencia Artificial son vistas de manera “más atenuada” y la energía nuclear provoca división de opiniones entre loas ciudadanos encuestados.

De igual forma, la ciencia se considera como “un elemento de identidad nacional”, como el arte y la literatura. Así, existen diferencias en la visión sobre el nivel de desarrollo científico y tecnológico del propio país y sobre su contribución al progreso a escala global del conocimiento. En este sentido, en todos los países analizados predomina el convencimiento de que debe ser la ética, y no la religión, la que ponga “límites” a la ciencia, pero, para la mayoría, la investigación científica deber “ser regulada por los propios científicos”, concluyó el estudio.

(SERVIMEDIA)
12 Mar 2024
AGG/gja