El 43 por ciento de los votantes de HB "considera que ha llegado el momento de que la coalición radical se plantee seriamente desmarcarse de la violencia, sin renunciar a ninguno de sus principios y reivindaciones". En desacuerdo con esta posición está el 29 por ciento, mientras que el 8 por ciento no tiene clara su actitud.

Los votantes "abertzales" menos proclives a apoyar un alejamiento de la violncia son, por edad, los electores más jóvenes, y por territorios, los seguidores de la coalición en Vizcaya.

La encuesta revela la gran importancia que los ciudadanos vascos conceden a los movimientos pacifistas y muestra la división de la sociedad sobre la reinserción de presos etarras con delitos de sangre.

Del sondeo, realizado entre los días 7 y 9 de octubre, se desprende que medio millón de vascos defiende la aplicación de tales beneficios, otro medio millón se opone a que estos etarras no cmplan las penas íntegramente y algo más de un cuarto de millón condiciona la reducción de la condena a la actitud de arrepentimiento.

Sobre el papel que pueden tener los movimientos pacifistas en el proceso de pacificación de Euskadi, un 57 por ciento -votantes de PNV, PSE-EE, Izquierda Unida y EA- lo considera "muy importante". Por el contrario, los electores de Herri Batasuna son los que más contundentemente rechazan la validez de estas asociaciones como "poco o nada importantes".

En el sondeo e cuestiona de forma específica la actuación del movimiento social Elkarri. Su estrategia sólo es aplaudida por uno de cada cuatro consultados, aunque en muchos casos, sobre todo en Alava y Vizcaya, se desconoce su cometido.