Además del Cgcom, en el informe participaron la Federación de Sociedades Científico- Médicas Españolas (Facme) y la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (IMAS). Además contó con el aval de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) y el Foro de la Profesión Médica.

Antes de su presentación en rueda de prensa, los representantes médicos se reunieron en un desayuno de trabajo con grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados para presentar el documento.

En su intervención, el presidente del Cgcom, el doctor Tomás Cobo, aseguró que el SNS “atraviesa tres crisis fundamentales. La primera es la crisis de la Atención Primaria que afecta a todas las comunidades autónomas y que nace de una sobrecarga asistencial y que ha generado una gran insatisfacción entre los profesionales sanitarios”.

La segunda “es moral por el agotamiento de los profesionales y que viene de hace muchos años por la precariedad laboral”. De hecho, un 50% tiene contratos precarios y los salarios son “francamente inferiores respecto a la Unión Europea”.

CRISIS DEL SNS

Todo ello, añadió, “lleva a la desmoralización por el poco tiempo existente para la formación médica continuada. A todo esto hay que añadir el agotamiento tras la pandemia de la covid-19 que se refleja en un incremento del cansancio y las agresiones que han aumentado un 38%. Todo esto genera que el 50% de los médicos tiene el síndrome del trabajador quemado y un 33% se jubilaría si pudiera”.

La tercera crisis, indicó el doctor Cobo, “es la cobertura pública, ya que hay un progresivo traslado de ciudadanos hacia la sanidad privada como consecuencia de las carencias que hay en el sistema público”.

Sin embargo, explicó el presidente de Facme, el doctor Javier García Alegría, “este documento no solo hace un diagnóstico de la situación sino que también desarrolla propuestas de modificación de la organización, estructura y orientación del sistema sanitario público”.

Entre los objetivos hay que mantener una atención sanitaria de calidad muy eficiente y equitativa. Sin embargo, añadió, “los profesionales estamos preocupados por los derroteros que tiene el Sistema Nacional de Salud que muestra síntomas de agotamiento y de enfermedad crónica. Y ello lo vemos con la dificultad en el acceso por las demoras, listas de espera y la elección de parte de la población con mayor renta por la sanidad privada, lo que está generando una inequidad en el acceso a los servicios sanitarios”.

DESAFIOS Y MEDIDAS

Además, otros problemas identificados por la comunidad médica se encuentran en un sistema sanitario enfocado hacia la enfermedad, una atención que se debe de optimizar en los pacientes crónicos complejos, la necesidad de mejorar aspectos clave como la salud mental y bucodental, la falta de transparencia y eficiencia en la gestión, la politización de la sanidad, la falta de implicación activa de los pacientes y la desafección profesional de los sanitarios, entre otros.

Para hacer frente a estos desafíos, el informe propone un total de 37 medidas, agrupadas en 10 retos fundamentales. Estos retos incluyen la reorientación del SNS hacia la salud, el desarrollo de una atención integral que incorpore a los recursos sociales y los profesionales necesarios para una asistencia de calidad, la ampliación de la cartera de servicios del SNS, la dotación de una estructura de gobierno y gobernanza adecuados, la implicación activa de los pacientes y médicos en el proceso de toma de decisiones y la mejora de la experiencia del profesional en el Sistema Nacional de Salud, entre otros.

En este sentido, el director de la Fundación IMAS e impulsor de la iniciativa, el doctor Javier Elola, aclaró que “no queremos un cambio de modelo sanitario -la universalidad y gratuidad de nuestro Sistema Nacional de Salud son de los bienes más preciados que tenemos como país-; si no un cambio de sistema, una organización sanitaria a la altura de las necesidades de la sociedad de hoy en día”.