Desde el pasado 21 de noviembre está en marcha una huelga indefinida convocada por el sindicato médico Amyts para exigir mejoras en la atención primaria madrileña. Al mediodía de este sábado comenzó una nueva movilización de la Marea Blanca bajo el lema ‘Sin sanidad pública no hay derecho a la salud’.

El comité de huelga de médicos y pediatras de atención primaria de Madrid finalizaron en la noche de este viernes un encierro de 36 horas en la sede de la Consejería de Sanidad para reclamar más negociación.

La federación de la semFYC alzó su voz este sábado de forma conjunta para apoyar al conjunto de especialistas en medicina de familia y comunitaria, y el resto de profesionales de atención primaria de la Comunidad de Madrid, y destacó que esos médicos en Madrid han expresado sus reivindicaciones “pacíficamente y de forma organizada en las últimas semanas de un modo admirable”.

“El conjunto de reivindicaciones que se han formulado en estos días son más que lícitas: solicitar medidas para subsanar la precariedad laboral del colectivo es solamente la punta del iceberg de la profunda reforma que requiere el modelo de gestión”, indican las 17 sociedades científicas que conforman la semFYC.

Además, defienden que el modelo de atención primaria debe asegurar la longitudinalidad de los médicos de familia tanto desde el punto de vista asistencial como de la población atendida, pues aumenta la esperanza de vida y reduce ingresos hospitalarios.

“Las medidas que se han propuesto implantar desde la Consejería de Sanidad y las más altas instancias de la Comunidad de Madrid van en sentido contrario del mantenimiento de la longitudinalidad, por lo que suponen una afectación en la calidad sanitaria y asistencial que percibirían los ciudadanos de esta comunidad”, subrayan.

Por otro lado, desde la semFYC muestran su “indignación” por el trato dispensado por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid al grupo de médicos que lideraron un encierro de 36 horas como medida de reclamo de una vía intensiva de negociación, puesto que desde esa Consejería estuvieron “impidiendo el paso de comida y medicamentos a los manifestantes pacíficos”, según el comunicado conjunto de las 17 sociedades científicas.