Según la ONG, el personal de MSF que viajaba en el vehículo fue "insultado, agredido con gases lacrimógenos, amenazado de muerte y retenido contra su voluntad" durante más de cuatro horas antes de que se le permitiera salir.

“Este acto es una espantosa muestra de violencia, tanto para los pacientes como para el personal médico de MSF, y pone seriamente en duda la capacidad de la organización para seguir prestando asistencia esencial a la población haitiana”, alertó el coordinador general de MSF en Haití, Christophe Garnier.

Condenó enérgicamente el ataque y e hizo llamamiento a las autoridades y partes interesadas para que defiendan el acceso a la atención médica y garanticen la protección de los pacientes y el personal médico.