Según sus estimaciones, del total de infraestructuras médicas dañadas por los conflictos bélicos en el mundo en 2022, más del 70%se encuentran en Ucrania.

“Las normas de derecho internacional (respecto al acceso a la salud durante las guerras) no se están respetando en el caso de Ucrania”, lamentó en rueda de prensa. “No digo que seamos objetivo militar, pero está claro que el personal sanitario no está siendo respetado”, denunció Fernández.

Por ello, varias organizaciones humanitarias y agencias de Naciones Unidas lanzaron un llamamiento para que las partes en conflicto aseguren el derecho de la población ucraniana a la salud. También exigieron la apertura de un corredor humanitario que funcione de manera permanente, de cara a facilitar la llegada de ayuda y el tránsito de personas y suministros.

Según Fernández, “este es otro de los graves problemas del sistema sanitario en Ucrania: la disponibilidad de personal es muy precaria” y faltan medicamentos y material fungible (gasas, vendas, jeringas, etc.).

PELIGROS

La situación resulta aún más complicada para los colectivos que ya eran vulnerables antes de la guerra, como pacientes crónicos, personas con discapacidad, personas mayores, mujeres embarazadas o personas con cáncer, apuntó Marina Vidal, coordinadora de Médicos del Mundo para la emergencia en Ucrania.

Muchas personas, sobre todo las que viven en el este y el norte, “llevan meses sin acceder a la atención primaria”, indicó, y “todas aquellas que necesitan una medicación y un seguimiento periódicos (pacientes con diabetes, hipertensión…) llegan muy descompensadas”. “Tenemos que empezar desde el principio”, recalcó.

Otros colectivos en especial riesgo son los que precisan tratamientos oncológicos o cirugías urgentes, y por supuesto, “las personas con discapacidad”.

Vidal se refirió también a los cortes de electricidad y calefacción en los centros sanitarios, que además tienen muchos problemas para recibir los suministros. La falta de rutas seguras y los daños en la carretera dificultan el transporte, explicó, y “desplazarse a los propios centros de salud es peligroso” para médicos y pacientes.

En su opinión, “el derecho de la población ucraniana a recibir atención sanitaria no está garantizado”. ”Los bombardeos de las tropas rusas destruyen muchas instalaciones”, y las minas antipersona resultan también un peligro para las ambulancias y los convoyes humanitarios.

A punto de cumplirse el primer año de la invasión rusa de Ucrania, se estima que más de 7.000 personas han muerto y 11.000 resultaron heridas. Hay 17,7 millones de ciudadanos de Ucrania que necesitan ayuda humanitaria, casi 6 millones de personas desplazadas dentro de su país y 8 millones refugiadas fuera de las fronteras.

LA SALUD MENTAL, AGOTADA

"La salud mental es uno de los mayores problemas de Ucrania, especialmente para las personas que se han desplazado dos y hasta tres veces a lo largo de este año", detalló el coordinador general de Médicos del Mundo, Bashar Kailani.

En un país como Ucrania, en un contexto de conflicto, es difícil que las personas afectadas busquen asesoramiento psicológico: existe una estigmatización cultural de la expresión de emociones y faltan servicios de apoyo psicológico en la sanidad pública.

Médicos del Mundo lleva a cabo sesiones psicológicas de grupo, así como formaciones en salud mental para enfermeras, matronas, trabajadores sociales y otros profesionales, y ofrece apoyo a través de una línea telefónica de salud mental.

En 2022, 29.000 personas recibieron atención sanitaria directa de Médicos del Mundo, que desplegó 15 clínicas móviles por toda Ucrania para prestar atención sanitaria a las personas más vulnerables. La organización prestó apoyo a más de 120 instalaciones sanitarias y a más de 90 centros colectivos temporales.

Por otro lado, 886.313 personas recibieron ayuda a través de las donaciones de material médico y otros artículos vitales por parte de Médicos del Mundo.

Desde el estallido de las hostilidades, Médicos del Mundo ha dirigido sus esfuerzos a respaldar el sistema de salud pública de Ucrania, apoyando las infraestructuras sanitarias con medicamentos, equipos médicos, consumibles médicos y kits de maternidad a lo largo y ancho del país. En el oeste y el sur se centra en el refuerzo del sistema nacional y en la atención a los desplazados, mientras que en el este y el norte presta atención directa.