Con esta medida, Aznar pretende dotar de importantes competencias al nuevo departamento de Medio Ambiente, como es la gestión de los residuos radiactivos en España a través de una empresa pública creada hace diez años y que se financia directamente del recibo de la luz que pagan los españoles.

A través de esta financiación, Enresa acumula ya un fondo financiero que ronda los 175.00 millones de pesetas, además de unos compromisos de gestión de residuos que, según la propia empresa, alcanzará los 1,2 billones de pesetas en el horizonte del año 2052, fecha en la que se estima que deberá haberse esbozado la solución definitiva al almacenamiento de residuos radiactivos.

Otras de las competencias reclamadas por Medio Ambiente a Industria son las del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológcas (CIEMAT), con lo que el ministerio de Josep Piqué se 'vaciaría' de la política para nuevas fuentes y ahorro energético.

Igualmente, se baraja la posibilidad de reclamar al Ministerio de Agricultura las competencias del Instituto para Conservación de la Naturaleza (Icona), que también pasarían a la cartera de Medio Ambiente.