MELILLA. MOHAMED TACHA DE "BARBARIDAD" LA ACUSACION DE RATO DE QUE HAY "MANIOBRAS" DEL PSOE Y EL GIL CONTRA EL PP
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Malika Mohamed, la diputada tránsfuga que ha desencadenado la crisis en el Gobierno de Melilla, calificó hoy de "barbaridad tan grande como el Palacio de la Moncloa" la acusación del vicepresidente segundo del Ejecutivo, Rodrigo Rato, de que el PSOE y el GIL están "maniobrando" contra el PP.
"No creo que el PSOE esté utilizando maniobras subterráneas, entre otras cosas, al menos en mi caso, porque yo ya no soy del PSOE. Antes de toar mi decisión con el escaño me di de baja en el partido", explicó a Servimedia.
Añadió, además, que su caso y el de la tránsfuga de Ceuta, Susana Bermúdez, no tienen nada que ver y aseguró que ni la conoce ni ha tenido ningún contacto con ella.
Tampoco se mostró de acuerdo con las afirmaciones de Rato de que el GIL es de extrema derecha: "Yo no sé si es de derechas, de izquierdas o de centro, pero le están dando mucho más protagonismo y fuerza del que le corresponde. Hay que olvidarse un poco de GIL", señaló.
Mohamed también fue muy crítica con la postura que ha mantenido el PSOE en esta crisis, y demandó la dimisión del responsable de política autonómica de este partido, Ramón Jáuregui, por no haber sabido desarrollar adecuadamente la política de pactos en la ciudad. "Como él dice, el que la hace la paga", subrayó.
Sí que se mostró de acuerdo con el vicepresidente del Gobierno en que el PSOE es un partido en descomposición, como demuestra el hecho de que el resultado de las elecciones rimarias haya sido finalmente olvidado.
INTROMISION DE MARRUECOS
La ex militante socialista tampoco consideró oportunas las declaraciones del primer ministro marroquí, Abderramán Yusufi: "Marruecos aquí no tiene nada que ver ni que decir. Nosotros somos españoles al 100% y nos sentimos mucho más españoles que los habitantes de la Península, porque hemos sido abandonados por España".
Malika Mohamed acusó al PP y al PSOE de "no haber tenido nunca ni el más mínimo interés por Melilla", como lo pruba el hecho de que el último presidente de la nación que visitó la ciudad fue Adolfo Suárez. "Los ciudadanos melillenses nos sentimos muy abandonados", añadió.
Para ella, la solución al problema de gobernabilidad de Melilla pasa por un auténtico pacto entre todas las fuerzas políticas, del que no salga excluido el GIL, porque supondría una falta de respeto hacia sus votantes.
"Hay que unificar criterios y que todas las fuerzas políticas trabajen juntas para controlar al GIL, porque lo han votado os melillenses y eso merece un respeto", agregó.
En opinión de Mohamed, el auténtico responsable de la crisis ha sido Juan José Imbroda, el líder de la Unión del Pueblo Melillense (UPM), puesto que antepuso su interés personal por ser el presidente de la ciudad a la intención inicial de los partidos de que lo fuera Mustafá Aberchán, como cabeza de la segunda lista más votada.
(SERVIMEDIA)
14 Ago 1999
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