Del mismo modo, Guerra defendió que los partidos de izquierdas, para lograr sus propios objetivos, "tienen que estar de acuerdo con los sindicatos de clase".

"La autonomía orgánica no quiere decir autonomía ideológica. Ideológicamente, hay que estar en un proyecto político e ideológicamente hay que estar apoyado en los sindicatos", concluyó Guerra.

Sin embargo, el secretario general de UG, Cándido Méndez, defendió la "autonomía e independencia" de su organización, históricamente vinculada al PSOE. "UGT es autónoma e independiente, decidimos de forma democrática qué hacer y cómo hacerlo", remachó.

En UGT "tenemos una forma de hacer sociedad, un modelo social avanzado, pero creo que en el marco de los partidos políticos se ha producido una desvinculación sobre lo que piensan las clases medias, los trabajadores".

El líder de UGT acusó al PSOE de "empobrecer la oferta política de la zquierda" al buscar el centro "en función de una hipotética apuesta por defender el interés general".