"Incómodo y cansado" de las continuas comparaciones con el también independiente Baltasar Garzón, considera que el retrato que hizo el ex juez del presidente del Gobierno como embaucador y metiroso es "muy subjetivo e incorrecto".

P.- ¿Cree que González continúa siendo l político español con mayor carisma?

R.- Es importante recordar dos cosas: Felipe González es presidente porque se le ha votado de forma mayoritaria y su cara junto con la del rey encarna la transformación del país en el extranjero. No tengo ningún elemento para considerar que Felipe, como ser humano, sea 'San Felipe González', pero creo que es un hombre responsable, honesto y capaz.

p.- ¿La crisis política originada por la aparición de varios casos de corrupción podrá resolverse sin dañar el sitema democrático?

R.- Esperemos que haya sensatez por parte de ciertas fuerzas políticas y que haya coraje en el PSOE para enfrentar a fondo todos los casos. También me preocupa la actual situación de indefensión, este linchamiento sin juicio previo que es malo para el país y para las instituciones. Es como si estuvieramos en una especie de McCartismo colectivo, en el que todo el mundo anda cazando al vecino.

P.- ¿Cree que Mariano Rubio y Javier de la Concha habrían ingresado en prisión de no habrse escapado Luis Roldán?

R.- No lo sé, el hecho es que Roldán se escapó y ellos fueron a la cárcel. A mí me parece bien que entraran en prisión, lo decidió un juez, y ojalá esté entre rejas lo antes posible el sinvergüenza de Roldán.

P.- Cree que el PSOE, tan tocado por los escándalos, puede liderar la regeneración de la vida política

R.- Yo creo que sí y además debe hacerlo. González tiene que hacer frente a esta situación como presidente electo y continuar en su cargo. Creo que debe liderr ese proceso, yo se lo exigiría como ciudadano.

P.- ¿Le ha hecho esa exigencia personalmente?

R.- No, yo hablé con Felipe pero sin hacerle exigencias. Yo soy muy modesto, no soy más que un ciudadano español que ha andado por el mundo, que tiene una experiencia y unas preocupaciones y que quiere aportarlas al Parlamento Europeo, sin reclamación ninguna y agradeciendo que se me dé esta oportunidad.

P.- Europa vive un renacimiento del racismo, la xenofobia y los ultranacionalismos ¿en su opinin se puede legitimar mediante unas elecciones la llegada al poder de los grupos neonazis y neofacistas, como ha ocurrido en Italia?

R.- Si son elegidos yo sería muy radical: no me sentaría con un ministro fascista que se llama 'neo' o 'post' o 'tardo' y que reclama a Mussolini. Hay que tener cuidado porque se está haciendo una relectura de la historia del nazismo y el fascismo como opciones que son válidas si la gente las vota. Hay que ir a ver la 'Lista de Schindler'. La desmovilización de la socieda es un caldo de cultivo para que grupos disfrazadas de Giorgio Armani y con tecnologías modernas de 'marketing' se nos cuelen por la puerta de atrás y luego entren por la puerta grande cuando son elegidos en las urnas.

P.- ¿Existe algún modo de atajar el crecimiento en Europa de la ultraderecha?

R.- No se les puede perseguir o masacrar, hay que combatirlos políticamente. No se trata de usar el discurso del miedo para atacar a la derecha, me gustaría que la derecha compartiera con nosotros la preoupación por esos hechos y la denuncia activa de elementos que les apoyan. Hay que denunciar a los que comentan de 'los catalanes' que se alían con los corruptos del PSOE o de esos 'canallas vascos' que consolidan el poder, me parece que se está incitando a una actitud intolerable y peligrosísima. Por todo Madrid hay pintadas, y alguien las habrá hecho, que dicen: "Pujol, acuerdate de Sarajevo". Son más que preocupantes, aterradoras.

P.- ¿Existe riesgo de involución en España?

R.- Existe un riesgode involución en Europa. En política, si no se avanza no te quedas donde estás, se va para atrás y en estas elecciones los europeos nos jugamos mucho. Tenemos que avanzar todos para superar este momento de crisis económica, política y de credibilidad porque pensar que la democracia es gratis, que ya está ahí, es casi suicida.

P.- La ultraderecha española no parece avanzar con un paso tan firme como la italiana ¿cree que toma posiciones?

R.- Lo que yo me pregunto es dónde están. Deberíamos investiar dónde están, a quién apoyan, quién los financia, detrás de quién se encubren y a quién votan.

P.- ¿Puede apuntar alguna idea sobre dónde se encuentran esos elementos?

R.- Yo sé donde no están: no están en el PSOE, ni en IU, ni en CiU, ni en el PNV.

P.- ¿El proceso de Unión Europea debería estar liderado por el PSOE?

R.- Serán los ciudadanos los que tendrán que decidir. En el Parlamento Europeo hay tres líneas: la conservadora no europeista, la de los conservadores que consideran que uropa es un mercado sin unión política y sin regulación de derechos sociales y hay una opción por una Europa social y progresista, que es la opción de los socialistas europeos.

El PP se mueve entre un euroescepticismo vergonzante, porque los españoles están a favor de la opción europea para salir de la marginación y el atraso, y una posición que considera Europa como un mercado sin componentes sociales y políticos claros. A nosotros nos corresponde introducir los elementos de solidaridad que les falta a los conservadores.

P.- ¿Espera una campaña electoral 'sangrienta' por parte del PP?

R.- Me temo que si no es 'sangrienta', sí será dura y violenta. Tratarán de evitar el debate europeo porque es mucho más rentable políticamente continuar esta operación de acoso a cualquier precio. Hurtar al ciudadano la posibilidad de informarse sobre el proceso me parece triste e irresponsable e impide al pueblo saber qué está votando y para qué. Estas elecciones no son un referéndum sobre Felipe González ni obre política nacional.

P.- ¿Cree que el PP tiene un programa claro para afrontar estas elecciones?

R.- Yo cada vez que he tratado de discutir con alguien del PP sobre la Unión Europea, me han saltado con Roldán y con Rubio, así que no sé si lo tienen y me encantaría saberlo, porque quizá tengamos algún punto en común.

P.- El PSOE le ha presentado como su fichaje estrella para estas elecciones. ¿Cómo se siente?

R.- Para mi ego está muy bien considerarse 'fichaje estrella', pero yo matizría mucho eso. El PSOE ha tratado de incorporar una visión complementaria sobre el proceso electoral. Yo quería aportar la preocupación, que otros candidatos comparten, sobre solidaridad y mi lucha contra la intolerancia y la guerra y por eso estoy contento de estar en esta lista.

P.- Con el escenario de la crisis económica ¿los países ricos pueden dedicarse a potenciar la solidaridad con los pobres?

R.- Nos jugamos el futuro si no somos capaces de revisar nuestras políticas de cooperación. No sóo está el Sur profundo, nos ha salido otro Sur en el Este y la guerra de la antigua Yugoslavia puede ser un aperitivo muy sangriento de un proceso de conflictos que pueden poner en peligro nuestra seguridad. Es una necesidad prioritaria para Europa, para el futuro de nuestra seguridad y de nuestra democracia que revisemos nuestra política de cooperación. Esto exige que haya opciones de progreso en el Parlamento europeo. Hay que ayudar a las oleadas de personas que huyen de la miseria a quedarse en sus paíss, pero es imprescindible ligar las políticas de cooperación de la Comunidad Europea a la defensa de los derechos de humanos.

P.- Hay teorías que afirman que un desarrollo económico e industrial del Sur acabaría con la riqueza del Norte

R.- Ese argumento es algo miope. Con subdesarrollo, con guerras, con miseria, no hay mercados para nuestros productos. La explotación de la mano de obra y los trabajadores que no tienen derechos son enemigos mucho más importante para nuestro empleo que un mundo dearrollado.

P.- Usted habla de la amenaza del Sur ¿cree que es necesario asustar a la población de los países ricos para que traten de buscar soluciones?

R.- Hay que hacer consciente a la gente que vive en esta parte del mundo de que su tendencia a la insolidaridad y al egoísmo, comprensible sobre todo en aquellos que lo están pasando mal, tiene que transformarse en solidaridad. Las conquistas democráticas y económicas no están garantizadas para siempre. Ya tenemos una guerra en Europa, y no es un amenaza. Hay que convencer a la opinión pública de que hay que moverse porque el futuro o es futuro para todos o no será para nadie.