Rodríguez se expresó así en su declaración como testigo, en la que reconoció que en el momento en el que él mismo difundió un email en el que la Fiscalía se mostraba “dispuesta” a pactar con el empresario “se desató la locura”. Aseguró que sólo vió es correo eletrónico y no el anterior en el que el abogado de González Amador ofrecia reconocer dos delitos fiscales a cambio de una rebaja de pena.

Explicó que tenía ese correo electrónico porque se lo había facilitado el propio novio de Díaz Ayuso, al que conocía desde antes de que ambos comenzaran la relación. Con ese argumento, defendió que González Amador era una persona "anónima". Añadió que el empresario decidió darle el correo cuando 'elDiario.es' informó de la existencia de una denuncia de la fiscalía en su contra por delito fiscal y falsedad documental.

El texto le llegó el 12 de marzo de 2024, pero no lo facilitó a ningún medio hasta que creyó necesario desmentir a laSexta, que estaba informando de que la propuesta de conformidad había partido de la defensa y no de la Fiscalía. A partir el mail difundido por Rodríguez, 'El Mundo' informó de que la propuesta partía del Ministerio Público. Según su relato, a partir de ese momento dedujo que si el pacto no culminó fue porque existían órdenes de los superiores del fiscal del caso.

Según lo declarado por Rodríguez en el Supremo, González Amador no quería llevar a Hacienda a los tribunales para preservar la reputación de la presidencia de la Comunidad de Madrid. "Él quería llegar a un acuerdo, para que no se levantara polvareda", aseguró.

Preguntado por la teniente fiscal del Supremo, Ángeles Sánchez Conde, sobre esas supuestas órdenes llegadas desde “arriba”, Miguel Ángel Rodríguez le respondió: "Si usted tuviera 22 ministros y a todo el aparato del Gobierno insultándole todo el día, seguro que piensa lo mismo que yo", a lo que la fiscal respondió: “Seguro que no".

Sobre su afirmación en la red social X en la que dijo que el fiscal general iba a ir “palante”, el jefe de gabinete de Ayuso indició que se trataba sólo de “un pronóstico” que, a la vista de lugar en que están hoy “no era desacertado”.