La jornada electoral en el País Vasco concluyó sin incidentes de relevancia. El más destacable ocurrió en la localidad vizcaína de Miravalles a primeras horas de la mañana, cuando los agentes encargados de la custodia de un colegio detectaron la presencia de una maleta sospechosa en las inmediaciones del centro.

Tras ser analizada por un grupo de artificeros de la policía, se descubrió que era una broma pesada, ya que nocontenía ningún explosivo, sino una piedra de grandes dimensiones.

Otro hecho destacable en Vizcaya fue el protagonizado por un elector de la localidad de Apatamonasterio, que sufrió un infarto cuando se dirigía a votar a una mesa electoral entre cuyos miembros se encontraba su esposa.

En Ondárroa, un "ertzaina" encargado de custodiar un colegio resultó accidentado en un pie al caerle encima una mesa. El agente tuvo que ser atendido en el ambulatorio de la localidad, donde recibió diez puntos de utura. En el mismo municipio, un hombre de avanzada edad sufrió un desfallecimiento, por lo que tuvo que ser trasladado a un centro sanitario.

En Guipúzcoa sólo hubo incidentes reseñables en las localidades de Irún y Beasáin, en donde la Junta Electoral de Zona se equivocó y llevó candidaturas correspondientes a otras localidades. En Rentería, un concejal de Herri Batasuna presentó una denuncia al comprobar que su voto había sido enviado por correo con una papeleta del PSOE.

Por su parte, una mujr de edad avanzada sufrió una caída por las escaleras de un colegio electoral de Vitoria, a causa de la impresión que le causó ver en persona al candidato de Unión Alavesa, Pablo Mosquero. El político, que además es médico, atendió personalmente a la anciana, que, tras ser auscultada, fue traslada en ambulancia a un centro hospitalario.