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Millennials y Gen Z consolidan el 'pre-owned' como vía de crecimiento futuro del lujo

MADRID
SERVIMEDIA

El denominado 'pre-owned' o dar una segunda vida a los artículos está creciendo con fuerza y el sector del lujo, sea moda o alta joyería y relojería, no ha sido una excepción. Lo corroboran varios informes y análisis de consultoras internacionales que han analizado cómo los artículos 'pre-owned' ganan adeptos y cómo los consumidores millenials y los Gen Z lideran esta tendencia.

Según un estudio de la consultora Boston Consulting Group y Vestiare Collective, una plataforma global para la compraventa de artículos de lujo y de diseño de segunda mano, el mercado de moda y lujo de segunda mano crece tres veces más rápido que el de primera mano. Si se mantiene el actual crecimiento – que se sitúa en un 10% anual -, la previsión es que el mercado mundial de segunda mano alcance los 310.000 millones de euros en 2030.

Dentro de este crecimiento, la moda pre-owned destaca como la categoría en la que tanto millennials como Gen Z están incorporándose al lujo de manera más activa. Este mismo estudio apunta a que, ambas generaciones lideran la demanda de marcas como Chanel, Dior o Loewe, atraídos por la posibilidad de acceder a piezas icónicas y consumir de forma más responsable. Un comportamiento que se traslada también a categorías como la relojería premium y la alta joyería, donde el interés por piezas con historia continúa creciendo.

Para las generaciones más jóvenes, el lujo de “segunda mano” no se entiende como renuncia, sino que responde a motivaciones alineadas con su forma de entender el consumo. La sostenibilidad, la transparencia y la autenticidad se han convertido en valores centrales en sus decisiones de compra.

De acuerdo con el “Consumer Survey 2025” de PwC, un 15 % de los millennials y un 12 % de la Gen Z estarían dispuestos a pagar hasta un 30 % más por productos sostenibles. En el lado opuesto están los baby boomers, con un 49% que no asumiría un sobrecoste por este motivo.

El auge del 'pre-owned' está impulsado por la posibilidad de acceder a piezas exclusivas que ya no se fabrican, construir un estilo propio y consumir de forma más responsable. Pero, también, el efecto cultural de ver a figuras referentes como Bad Bunny, con su colección de relojes vintage, o Taylor Swift, que ha recuperado piezas icónicas para momentos tan clave de su vida personal, como su anillo de compromiso, han contribuido a convertir el pre-owned en un símbolo cultural contemporáneo.

El segmento de relojería es uno de los que vive la mayor aceleración. El informe 'Swiss Watch Industry 2025' publicado recientemente por Deloitte, recoge que cuatro de cada diez jóvenes millennials y Gen Z aseguran que probablemente comprarán un reloj pre-owned en el próximo año. Una intención de compra que duplica la de los baby boomers y evidencia cómo las generaciones más jóvenes están reescribiendo el concepto del lujo con nuevos códigos y prioridades.

Plataformas internacionales como The RealReal registran crecimientos del 46 % en la demanda de relojes usados, especialmente entre compradores de menos de 35 años. El atractivo es múltiple: acceder a piezas descatalogadas o elegir de forma más sostenible, sin renunciar a la exclusividad.

En España, firmas como RABAT han consolidado esta tendencia con su propuesta “RABAT Certified Pre-Owned”, que combina certificación, autenticidad y un servicio experto que garantiza la trazabilidad de cada pieza, proporcionando una valoración alineada con su valor real de mercado y sustentada por criterios de rigor y transparencia.

De hecho, un elemento diferencial de la propuesta de esta firma de alta joyería es que todos los relojes se someten a controles exhaustivos y a un protocolo de revisión técnica, que sigue tanto las directrices oficiales de cada marca como los estándares de RABAT.

De esta forma, es posible disfrutar de relojes de colección y vintage, asegurando la máxima calidad en cada pieza. A ello se suma una certificación de garantía con la trazabilidad y transparencia en todo el proceso de adquisición, junto con una atención personalizada que acompaña al cliente durante todo el proceso de compra.

Una fórmula que conecta directamente con lo que demandan las nuevas generaciones: piezas con historia, calidad, excelencia técnica y un proceso de compra ético y transparente.

En plataformas como Vestiaire Collective, la presencia de compradores millennials y Gen Z es especialmente destacada, tal y como recoge su último Impact Report, donde ambas generaciones constituyen el núcleo principal de su comunidad activa. Este comportamiento impulsa también la demanda de joyas vintage y de época, consolidando un modelo de circularidad que se alinea con los valores de sostenibilidad y autenticidad de estas generaciones.

Pero más allá de las cifras, lo relevante es el cambio de mentalidad. El lujo ya no se mide solo en exclusividad, sino en coherencia, origen y valor real. Una pieza con historia no compite con la novedad; la enriquece. Y las nuevas generaciones lo saben. De ahí que Millennials y Gen Z estén moldeando un lujo donde la autenticidad es tan valiosa como la innovación. Donde un reloj con vida previa o una joya heredada de otra época se convierten en un gesto cultural, estético y responsable.

(SERVIMEDIA)
04 Dic 2025
s/gja

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