Acusó directamente a los políticos gobernantes, tanto de la Comunidad de Madrid como del Ayuntamiento, de los problemas que padecen. Como ejemplo, afirmó que el transporte para los discapacitados es "nulo en la región, porque no hay nada".

También se refirió a la supresión de barreras arquitectónicas y al desarrollo de la Ley de Integración Social de los Minusválidos (LISMI) y denunció el abandono de estas políticas.

Rodríguez, que compareció en la Comisión de Salud eIntegración Social de la Asamblea de Madrid para informar sobre los problemas que afectan a los minusválidos, señaló que acudió para conocer las medidas que se aplicarán en esta legislatura.

"Ser minusválido en Madrid es un 'handicap'; no se puede aparcar ni entrar en los edificios públicos, porque hay barreras arquitectónicas; no se puede montar en los autobuses ni en el Metro y no nos podemos desplazar por la ciudad", insistió.

Centró sus quejas en la situación del transporte público y señaló qe a pesar de que el Inserso destinó en 1991 unos 600 millones para la adaptación de vehículos, las autoridades autonómicas madrileñas no han hecho nada al respecto.